¿Cómo Vencer El Desánimo?Muestra

2. TU RELACIÓN CON JESÚS

El segundo elemento espiritual que necesitas para vencer el desánimo es una vibrante relación con Jesús. Cuando nos alejamos de Dios, nos desanimamos, perdemos entusiasmo. De hecho, ¿sabes de dónde proviene la palabra entusiasmo? Proviene de 2 raíces griegas: “En” + “Theos”. ¿Lo ves? Estar entusiasmado es estar en Dios.

Probablemente no haya pasaje más claro en las Escrituras acerca de la importancia de permanecer unidos a Cristo que Juan capítulo 15. Allí, Jesús mismo hace una analogía y nos compara a nosotros con las ramas y a Él mismo con la vid. 

Por lógica, entendemos que una rama separada del árbol se va a marchitar, secar y desechar. Pero por alguna razón, creemos que podemos pasar días y semanas sin buscar a Jesús en nuestra vida y que no vamos a perder el ánimo y entusiasmo. Jesús fue claro y dijo: “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:4, NVI). Y si no podemos hacer nada, entonces nos vamos a desanimar. 

Una relación cercana con Jesús es el combustible que tú y yo necesitamos para mantener el fuego encendido. Así como la leña mantiene el fuego quemándose, así nuestra relación con Jesús mantiene el ánimo en nuestro corazón.

¿Cuándo fue la última vez que te apartaste de todo alrededor y te concentraste en buscar a Dios? Entre más desalentado te sientas, más debes permanecer cerca de Dios, aunque no sientas el deseo de hacerlo. El sentimiento vendrá posteriormente. Tu misión es permanecer cerca de Él y así “tu alegría será completa” (v.11). Es una promesa de Jesús y Él la cumplirá.

Además, cuando nos desanimamos nos aislamos de los demás. No caigas en la trampa de guardar lo que sientes e intentar resolverlo todo por ti mismo. Habla con una persona que te acerca a Jesús. Abre tu carga y verás cómo el fuego empieza a avivarse.