Una vida libre de estrésMuestra
Pasos espirituales y prácticos para vencer el estrés
¡Hay solución para el estrés! Cuando estamos estresados, a menudo no sabemos qué hacer y todo se vuelve caótico. Después que Dios nos libera a través de la gracia y el poder de Su Espíritu Santo, debemos aprender a permanecer en Su descanso y paz para no volver a caer en un estilo de vida estresante. Cuando nos rendimos al Señor y lo dejamos trabajar en nuestra vida, no hay ningún tipo de estrés que pueda controlarnos, y cualquier situación adversa puede resolverse con Su poder sobrenatural. Su gracia será nuestra fortaleza, recibiremos Su sabiduría y todo obrará para bien si permanecemos en Su amor. (Vea Romanos 8:28).
Estos son algunos consejos prácticos y espirituales que lo ayudarán a vivir libre de estrés, mientras continúe teniendo fe en la obra terminada de Jesús en la cruz, mientras permanezca en la presencia de Dios y viva por Su gracia.
1. Practique un estilo de vida saludable
Muchas veces el estrés se acumula debido a que no cuidamos nuestra salud física, mental y emocional de forma regular. Para vivir libres de estrés, es importante que sigamos estas prácticas esenciales: ejercítese regularmente; ingiera una dieta saludable y balanceada; duerma el tiempo necesario; manténgase activo; practique actividades que refresquen su mente, tales como su deporte o pasatiempo favorito. Estos son componentes naturales de la vida, que juegan un papel importante en la prevención y reducción del estrés.
2. Mantenga todo en orden
El desorden es estresante. No le permite pensar con claridad, obstaculiza la creatividad, reduce el rendimiento y aumenta el tiempo que necesita para completar una tarea. Esto significa que, donde hay desorden, todo requiere más esfuerzo, tiempo y energía. Tome la decisión de comenzar a poner todo en orden en los diversos aspectos de su vida, incluidas las relaciones familiares y las finanzas.
3. Desconéctese de la rutina diaria
Cuando nunca nos desconectamos de la rutina, ni siquiera de vez en cuando, caemos en apatía o frustración. A medida que nuestro nivel de estrés aumenta, nuestra creatividad disminuye, y nos alejamos de los propósitos de Dios. Sin embargo, cuando apartamos tiempo para hacer un cambio de ritmo, ya sea para explorar una nueva idea o lugar, o para hacer una pausa refrescante, la mente se recarga y nuestras actitudes se renuevan.
4. Entréguele el control a Dios
Si le entregamos a Dios el control de nuestras vidas, Él tendrá especial cuidado de todas nuestras necesidades. ¡Lo que Él nos ha llamado a hacer es en realidad Su obra, no la nuestra! Debemos dejar que Él se haga cargo por completo. Muchas personas caen presas del estrés porque no le entregan su voluntad a Dios. Mientras luchan por mantener el control de sus vidas, ellos siguen llevando la pesada carga de sus problemas. ¡Hoy, rinda su voluntad, y verá cómo Dios manifiesta Su poder!
5. Descanse en la paz de Dios
Nosotros verdaderamente tenemos un Dios de paz, de manera que no necesitamos vivir en un estado estresante. Por el contrario, tendremos paz incluso en medio de las tormentas de la vida. “Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37). Sigamos el ejemplo de David, quien, antes de una batalla decisiva, sabía cómo descansar en Dios. Por eso declaró: “El Señor, que me libró de la pata del león y de la pata del oso, me librará de la mano de este filisteo” (1 Samuel 17:37). De forma similar, podemos decir: “El Señor me ha liberado antes, y ahora estoy listo para ver cómo lo hará otra vez”.
6. Suelte todas las cargas
Necesitamos aprender a rendir todas nuestras cargas a Dios. El apóstol Pedro aconsejaba, “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:6–7). Sin importar qué carga es la que le está produciendo estrés, no la lleve más tiempo. Suéltela ahora mismo; entréguesela al Señor, porque Él tendrá especial cuidado de esa situación. Usted debe dejar que Dios se encargue de su problema financiero, enfermedad, errores del pasado, falta de perdón, etc. Cuando soltamos nuestras cargas podemos descansar en Dios.
7. No se preocupe por el mañana
La Palabra nos insta a no esperar cosas malas. “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25). Si usted vive estresado por algo que le causa miedo, eso mismo atraerá. Pero si vive por fe, toda la bendición de Dios vendrá sobre usted.
8. Medite en Dios y Su Palabra
Debemos meditar en la Palabra de Dios, la Biblia, la cual nos muestra el camino a la verdad, y guía nuestros pensamientos y vida. Meditar es una acción similar a rumiar; es considerar lentamente una idea, evaluarla, repensarla, reflexionar sobre ella y darle vueltas en la mente. A medida que meditamos en la palabra de Dios o en Sus pensamientos, nos llenamos de Él y toda nuestra vida cambia para bien.
Meditar en la Palabra hace más fácil que oigamos la voz de Dios en nuestro espíritu. Cuando somos dados a meditar en la palabra de Dios, lo próximo que viene es la revelación, o un profundo entendimiento de las verdades que estamos leyendo. Tenga en cuenta que no basta con meditar. Debemos permanecer en la Palabra que estamos meditando. Esto quiere decir que debemos actuar en concordancia con lo que dice. “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).
9. Busque sanidad interior y liberación
Si siente que, por más que ha seguido todos estos consejos, no puede ser libre del estrés, es posible que haya una influencia espiritual maligna de la que necesita ser libre. Busque una iglesia que crea en la obra completa de Jesús en la cruz y la ministre. Jesús pagó un alto precio por nuestra libertad, y la obra de la cruz incluye sanidad interior y liberación. A veces necesitamos la ayuda de un creyente maduro que nos ministre liberación y rompa las ataduras espirituales que han venido sobre nosotros y nos están dañando, de manera que podamos caminar en la libertad de Cristo. ¡Hoy es el día que el Señor quiere sanar su corazón y hacerlo libre! Él lo está esperando con los brazos abiertos.
10. Mantenga una relación continua con Jesucristo
Vivir libre de estrés requiere tener una relación continua con Dios a través de Jesucristo, que incluya oración y lectura de la Palabra. Si aún no ha reconocido a Jesús como su Señor y Salvador, por favor haga esta oración en voz alta:
Padre celestial, yo reconozco que soy un pecador y que mi pecado me separa de Ti. Creo que Jesús murió por mí en la cruz y que Tú lo resucitaste de entre los muertos. Me arrepiento de todos mis pecados y voluntariamente confieso a Jesús como mi Señor y Salvador. Renuncio a todo deseo contrario a Tu voluntad. Renuncio a todo pensamiento y comportamiento mundano. Hoy, Señor Jesús, Te pido que entres a mi corazón y cambies mi vida. ¡Amén!
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Escrituras
Acerca de este Plan
La vida a menudo produce algo de estrés. Todos lo experimentamos cuando buscamos hacer las cosas con excelencia. El estrés se vuelve un problema cuando se forma un ciclo del cual es difícil escapar. ¿Cómo podemos manejar el estrés normal y evitar caer en el ciclo de estrés no saludable? ¿Cómo disfrutar la vida sin perder efectividad? Este devocional contiene poderosas herramientas espirituales para vivir Una vida libre de estrés.
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Nos gustaría agradecer a Whitaker House por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.espanolwh.com/book-authors/guillermo-maldonado/