Espera en ÉlMuestra

La desesperación puede llevarnos a perder el buen juicio y apresurarnos a hacer cosas que parecen correctas, pero en realidad no lo son. 

Tal como lo relata el pasaje que leeremos, Solo el profeta podía ofrecer sacrificio de paz ante Dios, por otro lado el profeta no podía guiar al pueblo en la batalla eso le correspondía al Rey. 

Estos papeles no debían intercambiarse, Dios había puesto ese orden y debía cumplirse. Pero en su necedad y en sus actitudes impetuosas Saúl pasó por alto, se equivocó tremendamente y el resultado desastroso.   

Dios ha establecido los roles y límites para las personas en la vida. Es una manera de ordenar el mundo, es su forma de mostrarnos amor y de evitar el caos, y que nos hagamos daño unos a otros.

Nadie debería hacer cosas para las que no esté autorizado. Esta regla es válida para todo lugar: en tu país, en la casa, en la escuela, en el trabajo, la Iglesia. Para poder convivir en armonía se necesita que cada uno de nosotros nos ocupemos de hacer la parte que nos corresponde de la mejor manera. Dios espera que seas un joven responsable y comprendas que incluso su autoridad y designios hablan de su gran amor por nosotros.