Quién Soy en CristoMuestra
Soy Ciudadano del Cielo
Mi hogar está en el cielo. Solo voy de pasada en este mundo. — Billy Graham
La tierra está llena de vistas y experiencias que nos quitan el aliento. Atardeceres sensacionales, montañas majestuosas y bosques fascinantes son solo lo poco de lo que podemos asimilar. Somos llevados a tantas cosas en este planeta, y aun así la tierra es nuestra residencia temporal y no el lugar en el que viviremos para siempre. En algún momento todos partiremos de este globo en donde residimos en este momento.
Nuestra ciudadanía como seguidores de Cristo está en el cielo. Así que, cuando las cosas no van como queremos y experimentamos decepción en el aquí y ahora, podemos llenar nuestra mente con esperanza al recordar esta verdad. Cuando el dolor es muy grande y nos preguntamos si podremos soportarlo, solo necesitamos recordar que este problema es temporal. La Biblia dice que nuestra vida es una niebla que aparece por un ratito y después nos vamos. Nuestro corta existencia en forma humana es diminuta comparada con la eternidad en el cielo, pues es para siempre.
¿Cómo es el cielo? La Biblia nos da alguna información sobre nuestro hogar eterno, pero la mayoría de lo que aprenderemos será el día cuando dejemos esta tierra. La Biblia sí dice que Dios ha preparado algo grande para aquellos que le aman (1 Corintios 2:9) y esa rectititud habita en el cielo (2 Pedro 3:13).
Pero Apocalipsis 21 nos da un gran vistazo del cielo cuando Juan comparte su relato de lo que vio. Esto es lo que dice acerca del cielo:
Es una ciudad santa.
Dios vivirá con nosotros.
Seremos Su pueblo.
Él secará toda lágrima.
No habrá muerte, ni pesar, ni llanto, ni dolor.
Jesús hará todo nuevo.
La ciudad santa brilla con la gloria de Dios.
No hay templo porque Dios es nuestro templo.
No hay sol ni luna porque la gloria de Dios lo ilumina.
Ningún mal será permitido.
¿Puedes incluso imaginarlo? ¿Un lugar sin mal, dolor o pesar? ¿Un lugar en donde la gloria de Dios es tan brillante que brilla más que sol? Es sorprendente y abrumador pensar en eso. Y eso es lo que los ciudadanos del cielo podemos llamar hogar.
Reflexiona
- En tus propias palabras, escribe lo que "Soy ciudadano de los cielos" significa para ti.
- Repite "Soy ciudadano del cielo"durante tu día — pon una alarma y dilo cada hora para que se arraigue profundamente en ti. Escríbelo en una tarjeta y ubícala en donde puedas verla con frecuencia.
- Piensa en una situación que has enfrentado o que enfrentarás en la que puedes aplicar esta verdad.
Acerca de este Plan
¿Quién eres? Esta pregunta con frecuencia recibe una respuesta que afirma algo que hacemos. Pero, nuestra identidad viene de quién dice Dios que somos—no lo que hacemos, y ciertamente no quien otros dicen que somos. Conocer quiénes somos en Cristo es esencial para nuestro caminar con Jesús. Cuando sabemos quiénes somos, sabemos qué hacer.
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