4 Retos De Un Discípulo En La Era DigitalEjemplo

El Aislamiento

¡Estamos más conectados que nunca! Podemos hablar con cualquier persona, de manera inmediata en cualquier parte del mundo. Tenemos miles de amigos y seguidores en redes sociales. Nuestra lista de contactos en muy grande. Sin embargo, nos sentimos solos y desconectados al mismo tiempo. 

Ante las constantes presiones que experimentamos como el estrés, los conflictos y las pruebas, recurrimos a las pantallas y a los contenidos en línea como nuestra primer vía de escape. Nos perdemos en maratones de series o en los feeds de redes sociales de los demás, anhelando una conexión más profunda e íntima con otros. Dios no quiere que nuestro teléfono sea nuestra torre fuerte a donde corremos. Él es esa Torre Fuerte y además ha dejado a su Iglesia para poder llenar la necesidad mayúscula de comunión que todos tenemos.

Cuando se trata de desarrollar relaciones profundas, significativas y que te acerquen más a Dios, debemos ser muy proactivos en poner un límite a nuestras pantallas. Salomón dijo que todo aquel que quiera tener amigos, deberá mostrarse amigo de otros. Eso implica pasar tiempo con ellos, y no necesariamente frente a nuestros dispositivos. Implica acompañarlos en los momentos duros y celebrar los momentos alegres. Implica estar allí.

Pasos Prácticos:

• ¿Qué relación necesitas reactivar? Agenda un tiempo para conversar con esa persona sin la distracción de tu teléfono. 
• Implementa “las cenas sin dispositivos” en tu familia. Disfruta de conversar con tu familia, escuchar sus historias y ver sus caras.  
• Por otra parte, si has identificado a alguien cercano a ti que tiende a aislarse, sé intencional en conectarte con esa persona e interesarte en ella. ¡Verás el resultado!