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¿Alguna vez has visto uno de esos programas de remodelación de casas donde arreglan casas antiguas? Las casas parecen estar muy bien al principio... hasta que empiezan a derribar paredes para encontrar tuberías oxidadas, cables defectuosos y daños causados por el agua. ¡Eso es lo que hace que la casa nueva y terminada se vea tan increíble! Cuando nos convertimos en seguidores de Jesús, Él nos hace nuevos. Toma las partes viejas y quebradas de quienes somos y las convierte en alguien nuevo y sorprendente. Y a los ojos de Dios, ya no somos quienes solíamos ser. ¡Somos increíbles, nuevas creaciones en Jesús! Pasa tiempo pensando en cómo Dios te ha hecho nuevo y dale las gracias por esa verdad en tu vida hoy.