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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="p">22Y mientras com&#237;an, Jes&#250;s tom&#243; pan y bendijo, y lo parti&#243; y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. 24Y les dijo: Esto es mi sangre#Ex. 24.6-8. del nuevo pacto,#Jer. 31.31-34. que por muchos es derramada. 25De cierto os digo que no beber&#233; m&#225;s del fruto de la vid, hasta aquel d&#237;a en que lo beba nuevo en el reino de Dios.</div><div class="s">Jes&#250;s anuncia la negaci&#243;n de Pedro</div><div class="r">(Mt. 26.30-35; Lc. 22.31-34; Jn. 13.36-38)</div><div class="p"> 26Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 27Entonces Jes&#250;s les dijo: Todos os escandalizar&#233;is de m&#237; esta noche; porque escrito est&#225;: Herir&#233; al pastor, y las ovejas ser&#225;n dispersadas.#Zac. 13.7. 28Pero despu&#233;s que haya resucitado, ir&#233; delante de vosotros a Galilea.#Mt. 28.16. 29Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30Y le dijo Jes&#250;s: De cierto te digo que t&#250;, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negar&#225;s tres veces. 31Mas &#233;l con mayor insistencia dec&#237;a: Si me fuere necesario morir contigo, no te negar&#233;. Tambi&#233;n todos dec&#237;an lo mismo.</div><div class="s">Jes&#250;s ora en Getseman&#237;</div><div class="r">(Mt. 26.36-46; Lc. 22.39-46)</div><div class="p"> 32Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getseman&#237;, y dijo a sus disc&#237;pulos: Sentaos aqu&#237;, entre tanto que yo oro. 33Y tom&#243; consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenz&#243; a entristecerse y a angustiarse. 34Y les dijo: Mi alma est&#225; muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu&#237; y velad. 35Y&#233;ndose un poco adelante, se postr&#243; en tierra, y or&#243; que si fuese posible, pasase de &#233;l aquella hora. 36Y dec&#237;a: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de m&#237; esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que t&#250;. 37Vino luego y los hall&#243; durmiendo; y dijo a Pedro: Sim&#243;n, &#191;duermes? &#191;No has podido velar una hora? 38Velad y orad, para que no entr&#233;is en tentaci&#243;n; el esp&#237;ritu a la verdad est&#225; dispuesto, pero la carne es d&#233;bil. 39Otra vez fue y or&#243;, diciendo las mismas palabras. 40Al volver, otra vez los hall&#243; durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sue&#241;o; y no sab&#237;an qu&#233; responderle. 41Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aqu&#237;, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42Levantaos, vamos; he aqu&#237;, se acerca el que me entrega.</div><div class="s">Arresto de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt. 26.47-56; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)</div><div class="p"> 43Luego, hablando &#233;l a&#250;n, vino Judas, que era uno de los doce, y con &#233;l mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. 44Y el que le entregaba les hab&#237;a dado se&#241;al, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle, y llevadle con seguridad. 45Y cuando vino, se acerc&#243; luego a &#233;l, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le bes&#243;. 46Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron. 47Pero uno de los que estaban all&#237;, sacando la espada, hiri&#243; al siervo del sumo sacerdote, cort&#225;ndole la oreja. 48Y respondiendo Jes&#250;s, les dijo: &#191;Como contra un ladr&#243;n hab&#233;is salido con espadas y con palos para prenderme? 49Cada d&#237;a estaba con vosotros ense&#241;ando en el templo,#Lc. 19.47; 21.37. y no me prendisteis; pero es as&#237;, para que se cumplan las Escrituras. 50Entonces todos los disc&#237;pulos, dej&#225;ndole, huyeron.</div><div class="s">El joven que huy&#243;</div><div class="p"> 51Pero cierto joven le segu&#237;a, cubierto el cuerpo con una s&#225;bana; y le prendieron; 52mas &#233;l, dejando la s&#225;bana, huy&#243; desnudo.</div><div class="s">Jes&#250;s ante el concilio</div><div class="r">(Mt. 26.57-68; Lc. 22.54-55,63-71; Jn. 18.12-14,19-24)</div><div class="p"> 53Trajeron, pues, a Jes&#250;s al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. 54Y Pedro le sigui&#243; de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calent&#225;ndose al fuego. 55Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jes&#250;s, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. 56Porque muchos dec&#237;an falso testimonio contra &#233;l, mas sus testimonios no concordaban. 57Entonces levant&#225;ndose unos, dieron falso testimonio contra &#233;l, diciendo: 58Nosotros le hemos o&#237;do decir: Yo derribar&#233; este templo hecho a mano, y en tres d&#237;as edificar&#233; otro hecho sin mano.#Jn. 2.19. 59Pero ni aun as&#237; concordaban en el testimonio. 60Entonces el sumo sacerdote, levant&#225;ndose en medio, pregunt&#243; a Jes&#250;s, diciendo: &#191;No respondes nada? &#191;Qu&#233; testifican estos contra ti? 61Mas &#233;l callaba, y nada respond&#237;a. El sumo sacerdote le volvi&#243; a preguntar, y le dijo: &#191;Eres t&#250; el Cristo, el Hijo del Bendito? 62Y Jes&#250;s le dijo: Yo soy; y ver&#233;is al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.#Dn. 7.13. 63Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: &#191;Qu&#233; m&#225;s necesidad tenemos de testigos? 64Hab&#233;is o&#237;do la blasfemia; &#191;qu&#233; os parece? Y todos ellos le condenaron, declar&#225;ndole ser digno de muerte.#Lv. 24.16. 65Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de pu&#241;etazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas.</div><div class="s">Pedro niega a Jes&#250;s</div><div class="r">(Mt. 26.69-75; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)</div><div class="p"> 66Estando Pedro abajo, en el patio, vino una de las criadas del sumo sacerdote; 67y cuando vio a Pedro que se calentaba, mir&#225;ndole, dijo: T&#250; tambi&#233;n estabas con Jes&#250;s el nazareno. 68Mas &#233;l neg&#243;, diciendo: No le conozco, ni s&#233; lo que dices. Y sali&#243; a la entrada; y cant&#243; el gallo. 69Y la criada, vi&#233;ndole otra vez, comenz&#243; a decir a los que estaban all&#237;: Este es de ellos. 70Pero &#233;l neg&#243; otra vez. Y poco despu&#233;s, los que estaban all&#237; dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente t&#250; eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. 71Entonces &#233;l comenz&#243; a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habl&#225;is. 72Y el gallo cant&#243; la segunda vez. Entonces Pedro se acord&#243; de las palabras que Jes&#250;s le hab&#237;a dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negar&#225;s tres veces. Y pensando en esto, lloraba.</div>
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