El Camino.Muestra

 Un Camino angosto.

Ayer veíamos que es importante entrar por la puerta que es Cristo para comenzar a andar en la senda hacia la vida eterna; hoy te digo que esta senda no es fácil: muchas veces sentiremos dolor al ser atacados por nuestros seres amados, seremos ridiculizados y muchos buscaran hacernos daño. La Palabra nos dice que Jesucristo sufrió todo ello y nosotros, sus discípulos, no estaremos exentos de esto porque “Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señor.” (Mateo 10:24).

Si te digo esto no es para asustarte; es para que sepas lo que vendrá porque muchas personas venden el evangelio como la solución mágica e inmediata a todos los problemas, lo cual dista mucho de lo que nos dicen las Escrituras: en ella se nos dice que seremos perseguidos, vituperados y escarnecidos; pero, con todo esto, no debemos flaquear porque tendremos al Espíritu Santo, nuestro consolador, ayudándonos en toda situación y al final, al que persevere se le dará la corona de Vida Eterna (Santiago 1:2) por lo cual vale la pena todo el sacrificio y esfuerzo que debemos hacer.

Reflexiona si estás dispuesto a seguir esa senda angosta y pagar el precio que se demanda de nosotros, pidamos al Señor que haga nuestro corazón sensible a su voz; oremos:

Amado Padre, gracias porque nos muestras el camino a ti, sabemos que muchas veces el mundo nos ofrece deleites a la carne que son difíciles de vencer porque nuestra humanidad desea el placer; en el nombre de Jesucristo te queremos pedir que hagas sensible nuestro ser a tu voz para poder atender las instrucciones que nos das; que tu propósito se cumpla en nuestra vida y así podamos llegar a gozarnos contigo por la eternidad; amén.