Dios Nos Quiere De RegresoMuestra

Hay un fascinante pasaje en el capítulo ocho del evangelio del apóstol Juan. La Biblia registra cómo una mujer fue atrapada en el mismo acto del adulterio. La multitud la arrastró ante Jesús y le preguntaron qué debían hacer con ella. “¡Moisés dijo que debemos apedrearla!, ¿Qué dices tú?”

Tal vez te sorprenda ver que Jesús no señala, juzga o condena a esta mujer. Por otro lado, Jesús tampoco le preguntó si ella se sentía apenada, o indagó qué la llevó a cometer tan grave pecado. Mucho menos le preocupó si ella de allí sale corriendo otra vez a los brazos de su amante.

Sorprende descubrir que lo que movió el corazón de Jesús, era su intención de absolverla antes de que ella pidiera perdón. Esa era y es la buena nueva de su evangelio. Las escrituras insisten en la iniciativa de Dios en salvarnos, ayer, hoy y siempre. Por tanto, el énfasis en el asunto de nuestra salvación, no lo hacemos nosotros, no se trata de cuán espirituales seamos o de nuestro buen comportamiento. Se trata del proceso que Dios realiza en cada uno de nosotros con el fin de llevarnos a casa.

Al final podemos dejar de mentirnos a nosotros mismos, ya que Dios nos salva de la necesidad del autoengaño a través de Jesús.

..."Si te vuelves al Todopoderoso
y alejas de tu casa la maldad,
serás del todo restaurado".(Job. 22-23)