[Ahora es el momento: Lucas] Edifica sobre la rocaMuestra

Yo también puedo

«Me gustaría tener mucho dinero para ayudar a otras personas», es una expresión que oímos con bastante frecuencia. Tal vez inconscientemente sea una excusa para no aportar nuestro granito de arena para ayudar a otros. Compartir lo mucho que tenemos es un gesto generoso, pero compartir con los más necesitados lo poco que tenemos tiene un significado aún mayor. En Lucas 3:10 lo vemos muy claro, «El que tenga dos mantos»; no dice si tienes muchos. La otra expresión bíblica que quiero destacar aquí señala: «El que tenga comida, compártala con quien no tenga nada que comer». Nuevamente vemos que no nos dice cuando te sobre comida. Es posible que no puedas cubrir o alimentar a una multitud, pero al menos puedes alcanzar y transformar una vida con un pequeño gesto de tu parte. La Madre Teresa de Calcuta dijo: «A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota». 

Pero, también encontramos en el pasaje de Lucas 3:10 una enseñanza aún más fuerte, ya que nos insta a no tomar ventaja sobre otros, a no amenazar ni intimidar: «No le cobren a la gente más dinero del que debe pagar». En momentos cuando la riqueza parece ser el motor de muchos, aquí encontramos no solo un llamado a la justicia e integridad, sino también un mandato preciso en Lucas 3:5b: «Enderecen los caminos torcidos». Con estas exhortaciones Juan el Bautista presenta las buenas noticias y al más poderoso que juzgará cada una de nuestras acciones. Recuerda las palabras de Jim Rohn: «Para tener éxito no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien».

Reflexiona 

¿Qué puedo hacer para alcanzar a otros y que vean que Cristo vive en mí? 

Responde 

Todo lo que tengo se lo debo al Señor, ¿puedo cerrar los ojos ante la necesidad de otros? 

Señor, pon en mí un corazón generoso. Quiero con mi proceder reflejar que tú eres mi sustento. Tal vez no pueda hacer grandes cosas, pero las haré con amor, el amor que tú has puesto en mí.

Ora 

Señor, quiero un corazón generoso.