InconformidadMuestra

En definitiva, tenemos que vivir diferente a la gente que no conoce a Jesús. 

Antes de que yo invitara a Jesús a vivir en mi corazón, mi vida era desordenada y hacia muchas de las cosas que Colosenses 3 nos menciona, pero ahora, debo estar seguro de que soy diferente, he nacido de nuevo.

Tengo muy presente,  cuando mi madre conoció a Jesús, cambió radicalmente en su trato con mi padre y con nosotros; nos dio una lección de lo que significaba “ser una persona nueva”.   Hasta su forma de corregirnos fue diferente; se afanaba   por demostrarnos amor (intentando que nosotros también conociéramos a Jesús);   y sabes, eso es lo que Jesús espera de nosotros, por eso nos da al Espíritu Santo para lograr esos cambios tangibles y notorios en nuestro andar diario.

Te recomiendo que hagas un inventario de tu vida para que puedas identificar las partes débiles de tu carácter. Pide a tu amigo más sincero que diga lo que cree que debes corregir y ponte a trabajar en eso hasta que todos podamos ver en ti el   reflejo de Dios. 

Para muchos no será fácil, como para mí no lo fue al principio, pero sigo en ese proceso  todos los días. Aunque sintamos que es difícil, debemos seguir insistiendo. 

Si esto NO se pudiera lograr Dios no lo habría pedido.   Bendito sea Dios nuestro Padre porque nos ama y nos enseña a corregir nuestra vida.  ¡Escríbenos!  y cuéntanos qué cambios estas logrando! , cómo vas avanzando en el camino que Dios ha forjado para ti.