[Ahora es el momento: Lucas] Ser o no ser, esa es la cuestiónMuestra
Dar a Dios alabanza
¿Cómo te acercas a Jesús? ¿Te encuentras reacio a entrar en su presencia o es una experiencia gozosa y rica? Recuerdo cuando mis hijos eran niños, cada vez que regresaba a casa, ellos corrían hacia mí y gritaban: «Papá está en casa», y empezaban a saltar sobre mí y a abrazarme.
Zaqueo, un hombre adulto, tiene un deseo tan fuerte de ver a Jesús que corre adelante de la multitud y se trepa a un árbol para visualizarlo. Mientras Jesús comenzó su descenso al Monte de los Olivos en un burro, sus amigos y discípulos lo recibieron con gritos de alabanza. Ellos lo habían escuchado enseñar, habían visto los milagros que realizó y no podían evitar proclamar: «Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!»
¿Cuál es el nivel de entusiasmo y determinación que perseguimos en los encuentros con Jesús? Cuando llegamos a conocer a Jesús íntimamente y lo vemos trabajar en nuestras vidas, no podremos resistir alabarlo. Cada encuentro personal con él nos transforma. Así como Zaqueo cambió radicalmente —después de estar en la presencia de Jesús— y dejó de ser un colector de impuestos egoísta, nosotros también podremos encontrar cambios radicales en nuestros corazones, cuando intencionalmente encontremos la manera de tener una amistad habitual con Jesús.
Que cada encuentro con Dios en los tiempos de oración esté lleno de entusiasmo. Que cada encuentro no sea esporádico sino permanente y permitas que te transforme. Anhela conversar con él y compartir tus pensamientos, tanto como te dispones escucharlo y transformar tu vida según su Palabra, esta es la mayor expresión de alabanza para Dios.
Reflexiona
¿Cómo alabas a Dios en tus encuentros personales? ¿Cómo has visto a Dios trabajar en tu vida estas últimas semanas? ¿Qué historias puedes compartir hoy con algún miembro de tu familia o con un amigo?
Responde
Dedica tiempo para alabar a Dios por darnos a Jesús, nuestro Salvador.
Ora
Señor Dios, mis días ordinarios se convierten en extraordinarios cuando comparto tiempo contigo. Dame ojos para verte mientras trabajas en mi vida. Señor Jesús, mi corazón rebosa de amor hacia ti. Te alabo, en cualquier situación en la que me encuentre. Me gozo por todo lo que me enseñas, me dispongo a que Cristo sea formado en mí. Tus deseos son los mejores para mi vida. Te amo Señor.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este es el tercero de una serie de cuatro devocionales basados en el Evangelio de Lucas. Este plan abarca los capítulos 14 al 19 del Evangelio, toca temas importantes para saber cómo ser realmente un hijo de Dios. Hay muchos hijos perdidos a pesar de estar en casa. ¿Cómo llevas a cabo tu vida de discípulo del Señor Jesús? Porque hay personas que parecen pero que, en realidad, no son.
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Agradecemos a American Bible Society y a El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://elcentronetwork.com