9 mentiras comunes que los cristianos creen: Parte 3 de 3 Muestra
Si a diario no nos rendimos activamente a la justicia de Cristo, estamos volviendo a nuestra versión predeterminada de justicia propia. Esta justicia es una peligrosa mentira que nos conducirá a una zanja de arrogancia.
Trabajar duro para agradar a Dios es un fruto de la justicia propia. Y, ¿qué es eso? Es el esfuerzo de convertirte en alguien justo ante Dios por tus propios esfuerzos. La justicia propia siempre la terminas definiendo tú mismo. Tú decides qué está bien y mal. Tú tratas de definir en forma banal qué es lo suficientemente bueno para agradar a Dios. O, más precisamente, tú determinas lo que a ti te gusta. Tratas de forma desesperada de llegar al punto donde puedas decir, “Esto es suficientemente bueno. Apuesto que ahora le gusto a Dios.”
Sin embargo, en el camino de la justicia propia hay una profunda zanja. Si recorres este camino por mucho tiempo se hará tan angosto que puedes caer en esta zanja llamada arrogancia. Ahora, te crees un súper cristiano con una gran letra C en tu pecho junto con un escudo dorado brillante enterrado debajo de tu camisa de falsa humildad esperando la oportunidad de salir.
Te encuentras en una zanja peligrosa donde hay un solo juez para todas las cosas y ese juez eres tú. Ya sea el sermón del pastor o la letra de la última canción de la banda de alabanza, no hay nada que te resulte suficientemente bueno y profundo para ti. Tú eres la persona más inteligente de ese cuarto. Eres el único que tiene llegada directa al corazón de Dios. Sin embargo, en lo profundo de tu ser, sabes que todo es impostado. Te estás muriendo y tienes miedo. Se te viene a la cabeza todos estos versículos tan aleccionadores:
Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. (Proverbios 16:18)
Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes. (1 Pedro 5:5)
Reflexionemos:
¿Qué es justicia propia? En los momento de tu vida donde no estás enfocado en Cristo, ¿tiendes a ser arrogante? ¿De qué manera puedes luchar contra esa arrogancia?
Verdad:
Los cristianos no son salvos por sus propias obras sino por las obras de Cristo. Así que, no tenemos motivos para ser arrogantes. Debemos presumir solamente de Él.
Acerca de este Plan
Tal vez, Dios no es quién tu crees que es. Tal vez, Él es mucho mejor. Este devocional te ayudará a identificar algunas frases hechas del cristianismo que todos hemos escuchado alguna vez. Estas mentiras no bíblicas son dañinas para nuestra fe y producen inmadurez espiritual en muchos creyentes. Aprende a confrontar estas mentiras con las verdades bíblicas de Dios para tener aliento y coraje en nuestras vidas.
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