Cómo aprender a amar la lectura de la Biblia Muestra

Paso 6: No empieces desde el principio 

¿Quieres comenzar con el primer libro de la Biblia? ¿No es así? Tiene sentido. Luego, puedes leer directamente hasta el final. Pero ese plan muchas veces se cae a pedazos ya para el final del segundo libro. Se vuelve muy difícil seguir leyendo, hasta para los que aman leer. 

Empieza con el Evangelio de Marcos (encuéntralo en el Índice si lo necesitas). Este libro tiene un ritmo rápido. Jesús va de lugar en lugar haciendo cosas geniales. Y dice cosas inteligentes y graciosas. 

Luego, ve al Evangelio de Lucas. Encontrarás las mismas historias, lo que podría ser lindo. Serán como viejos amigos. 

Luego llegarás al Evangelio de Juan. Aquí te encontrarás con gente extraordinaria, y verás como Jesús llega a conocerlos. Así, podrás conocer a Jesús en una nueva manera. 

Sigue leyendo a través de Hechos y Romanos y luego el resto de la Biblia. Solo recuerda: Tómate tu tiempo. Disfruta el proceso. Deja que Dios te hable y practica meditar sobre los versículos que Dios está usando para hablar a tu vida.

Paso 7: Encuentra un amigo con quien hablar 

Después de leer algunos versículos, habla sobre ellos con alguien. Esto te ayudará a conocer estos versículos aún mejor. Y tu amigo podría compartir algún buen pensamiento sobre ellos. 

Si hay algunas cosas que no has entendido, habla sobre eso también. Quizá tu amigo te pueda ayudar a ver algo a lo que no le habías prestado atención.

Un amigo también puede ayudarte a recordar de leer más la Biblia. Es posible que pueda sugerirte otras maneras para poner en práctica la enseñanza Bíblica. Entonces, ambos podrán disfrutar la Palabra de Dios en una nueva manera. 

Leer con otras personas nos guarda de las distracciones y nos provee compañerismo. La lectura de la Biblia en público en los tiempos bíblicos era fundamental, ya que muy pocas personas sabían leer. A menos de que las Escrituras les fueran leídas, nunca habrían escuchado sobre ellas. 

Considera el privilegio que tú y yo tenemos, agradécele a Dios y disfruta tu camino hacia el descubrimiento de tesoros hermosos que la Palabra de Dios tiene guardados para ti, tu familia y tus amigos.