Adán y EvaMuestra

El poema inicial

La Biblia es un conjunto de, básicamente, tres estilos de escritura: narrativa, poesía y discurso. No es sorprendente que de estos tres estilos, la primera parte - el inicio de todo - comience con este hermoso poema de Génesis 1. ¡Dios es un artista!

El poema de este capítulo nos describe cómo Dios fue en crescendo: primero poner luz, luego ordenar, luego construir, luego llenar de hermosura, luego, el culmen de su obra, el humano - hombre y mujer - para compartir su gloria, para gobernar juntamente con Él.

Esta narración, plagada de detalles, que llama la atención por varias cosas, merece que nos detengamos en dos aspectos. El primero: cada que Dios termina de hacer algo lo califica como bueno, pero al terminar de hacer al ser humano, lo ve como bueno y en gran manera.

Dios te hizo bien, no cometió errores, no necesitó un segundo intento. Su alegría, su satisfacción al hacerte fue grande y mucha. Tú eres parte de esa obra maestra, de esa culminación gloriosa y estás diseñado para que Dios comparta contigo su gloria y su gobierno sobre todas las cosas. ¡Gran privilegio así como gran responsabilidad!

Lo segundo: cada día de la creación termina con un "y pasó la tarde y llegó la mañana". Sin embargo, el séptimo día no termina con esa frase; es como que el séptimo día no terminara nunca, que el descanso y la alegría que este día trae fueran un invitación a algo perpetuo.

Entrar en el reposo del Señor, en ese descanso planificado desde el inicio de los tiempos, ahora es posible gracias a Jesús y la comunión que tenemos con Él, por medio de su sacrificio en la cruz. Ese descanso está disponible para ti hoy.

• ¿Qué opinión tienes de ti mismo como creación del Señor?
• ¿Qué significa para ti "entrar en el reposo del Señor"?
• ¿A qué reposo te está llamando Dios?
• Conociendo a Jesús, entendemos el tipo de gobierno que quiere Dios sobre la tierra, ¿cómo participas de ese gobierno?
• ¿Cuál es tu responsabilidad con tu prójimo y con el resto de la creación?