Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

Un viento suave del sur hizo creer a la tripulación del barco que habría buen tiempo y decidieron zarpar, pero sólo para encontrarse con un viento huracanado que los dejó a la deriva. Después de mucho tiempo sin comer, aterrados por lo que podría pasarles, Pablo les dice: “señores, debíais haber seguido mi consejo y no haber zarpado de Creta; así os habríais ahorrado este perjuicio y esta pérdida". Pero aun en medio de tal calamidad, el Señor habló a Pablo por medio de un ángel y le hizo saber que sólo se perdería la embarcación, que ninguno de ellos perdería la vida. Sin embargo, Pablo les dijo que tenían que encallar en alguna isla. No importa el tamaño de la tormenta que puedas estar atravesando, ni si la atraviesas por una decisión basada en una percepción equivocada. Nada de eso le importa a aquel que murió en la cruz y resucitó por ti y por mí. Él puede y quiere llevarnos a puerto seguro, aunque quizás tengamos que perder algunas cosas sin trascendencia eterna. Jesús quiere llevarnos, a ti y a mí, a la seguridad de su presencia, a la seguridad de su Palabra.

- ¿Tienes alguna tormenta que dejar en manos de aquel que trae paz en medio de la peor tempestad?
- ¿Quieres profundizar en la seguridad de vivir en su Palabra, siguiendo todo el consejo de Dios y toda la enseñanza de su eterna Palabra?
- Padre amado, muchas gracias por tu infinito amor que has mostrado en Cristo Jesús al morir y resucitar por cada uno de nosotros. Gracias Padre por tu Santo Espíritu que nos enseña, nos consuela, nos guía y nos lleva a tu Palabra. ¡Señor, llénanos más y más de tu presencia, y de tu sabiduría de lo alto para que vivamos llenos del fruto de tu Santo Espíritu, en Cristo Jesús!