Creyendo por Milagros - Milagros en HechosMuestra

Una nueva etapa estaba comenzando a través de un centurión romano. Una gran barrera estaba a punto de romperse y no iba a ser nada fácil para Pedro tener que entender que no sólo un gentil, sino que además militar del ejército de Roma, y nada menos que el jefe de una centuria, le llamaba para escuchar el Evangelio. Por ello, Dios ordena que un ángel fuera a darle el siguiente mensaje: “tus oraciones y tus limosnas han subido a la presencia de Dios”. Siempre que el temor de Dios reina en el corazón, brotan espontáneamente las obras de caridad, y éstas son oídas por Dios porque que son sinceras. Lo más curioso del milagro es que Cornelio tiene ante sí a un ángel de Dios, pero de él no habría de recibir el Evangelio, sino de labios de un hombre. Qué gran privilegio nos ha dado Dios, al confiar en nuestras manos tal mensaje, que ni a los mismos ángeles del Cielo les es permitido dar.

- ¿Estamos preparados para recibir la visión y dispuestos para oír la voz de Dios (a través de un ángel, tal vez) que nos indique a la persona, que jamás hubiéramos podido imaginar, a la que debemos de predicar?
- ¿Crees haber ignorado en algún momento la voz de Dios, que a través de un “ángel” enviado a ti, te haya podido hablar? Si Dios es capaz de mover a sus ángeles para usarlos en hacer llegar el Evangelio a las personas, cuanto más a nosotros, que somos sus mensajeros.
- Querido Dios, según tú me alcanzaste, permite que dé de la misma manera. Que yo pueda alcanzar a otros con tu salvación. Amén.