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Palau, Una Vida ApasionadaMuestra

Palau, Una Vida Apasionada

DÍA 7 DE 7

Una influencia inmensamente significativa en mi vida de joven fue el Sr. Charles Rogers, un plantador de iglesias y evangelista en mi ciudad en Argentina. Su esposa, la Sra. Rogers, firmó mi libro de autógrafos de la niñez. Lo que ella puso en la página ilustra su contribución a mi vida mejor que cualquier palabra que pueda describir. Dibujó una cabaña en una esquina de una página. La casita se encontraba sola en la oscuridad. Pero desde su ventana salían poderosos rayos de luz, que iluminaban la oscuridad. Debajo del dibujo, escribió: «Deja que tu luz brille», citando las palabras del Señor Jesús en Mateo 5:16. Aquel cuadro era tan vívido que incluso entonces lo tomé como un mensaje del Señor. Se esperaba que yo llevara la luz a la oscuridad.

De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial. Mateo 5:16

Desde que yo daba pataditas en el vientre, mi madre oraba para que proclamara el evangelio. «¡Ve a ciudades que no tengan una iglesia! —me instaba— Lleva el evangelio. Planta iglesias». Me presionaba y me alentaba: «Ve, ve, ve».
 

Cuando era adolescente, ella continuó instándome hacia el evangelismo. Yo le respondí: «Mamá, estoy esperando el llamado».
 

«¿El llamado?», dijo, con ese tono seco que solo una madre sabe perfeccionar. «¡El llamado!». Se estaba poniendo molesta. «¡El llamado se produjo hace 2000 años, Luis! El Señor está esperando tu respuesta; tú no estás esperando Su llamado».
 

Con el paso de las décadas, he instilado ciertas frases en nuestro equipo. Una de las frases clave es simplemente: ¡Proclamen! No prediquen nada más, proclamen. Tiene toda la fuerza y la frescura de un anuncio con autoridad de la Buena Noticia, que es precisamente lo que el evangelio es.
 

Proclamar el evangelio no significa andar con un sermón preparado y guardado en el bolsillo trasero. Es mucho más simple que eso. Es mi madre, sonriendo mientras compartía la verdad con un café humeante en su casa en Argentina. Es simplemente comunicar la Buena Noticia: «Dios te ama y tiene un plan para tu vida. Si eres lo suficientemente sincero como para arrepentirte y creer, serás perdonado y te convertirás en un hijo de Dios. Él nunca te dejará, vivirá contigo y cuando mueras, irás al cielo». Es una excelente noticia. ¿Por qué no proclamarla? No es tu tarea persuadir brillantemente, sino tan solo presentar con gozo.

No es tu tarea persuadir brillantemente, sino tan solo presentar con gozo.

Levántalo a Él en alto. Proclámalo hasta que todo el mundo lo adore, atraído por esa visión del Jesús crucificado, que es perfecto en misericordia y amor. La Gran Comisión no es imposible. No es ridícula ni tonta. Formar parte del movimiento de las naciones que se vuelven a Cristo no es un sueño pretensioso ni ególatra. Puede suceder. Jesús dijo que fuéramos a todo el mundo, y eso fue lo que quiso decir. Anhelo ver a esta generación mover los corazones de millones de personas. Han pasado 2000 años, y todavía no hemos terminado la tarea que Cristo nos dio.
 

Con demasiada frecuencia, nuestras vidas están tan divididas, tan segmentadas, que podemos sonreír y asentir ante el evangelio y luego seguir con nuestra rutina como siempre, sin más compasión y sin el menor sentido de urgencia por aquellos que se hunden en una desesperación sin sentido.

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad... Lucas 4:18

La Buena Noticia sigue siendo buena. Pero nunca tendremos verdadera compasión por los perdidos, ni verdadero compromiso con la Buena Noticia si no la creemos. Esto parece dolorosamente evidente. Pero te pregunto: si realmente crees lo que dices que haces, ¿tu vida cambiará? ¿Acaso la vida no es la prueba más verídica de lo que se cree?
 

¿Cómo obtienes pasión por los perdidos? R. A. Torrey dijo que necesitas no solo conocer lo que la Biblia dice sobre la separación de los perdidos de Dios, sino creerlo, permitiendo que esto te lleve a la oración y la acción.
 

En lo profundo, todos se sienten indignos. Deberíamos hablarle a esa parte de la persona, no a su fachada o a la máscara que se ponen. Necesitamos hablarle a ese lugar pequeño, infantil, que se siente indigno en el alma y que Jesús desea salvar y amar. El valor y el gozo de la vida en Cristo los atraerá como un imán. Cada pecado y problema del que caemos presa no es más que otra manera de cubrir nuestro dolor.
 

Nuestra relación con Dios debe corregirse. Nuestra agonía por estar separados relacionalmente de Aquel que nos hizo nos trae el tormento que procuramos adormecer y el quebrantamiento que lastima a otros. Estamos perdidos. Necesitamos permitir que nuestro Padre celestial nos encuentre. Esta Buena Noticia puede cambiar el mundo.

Proclama hoy

 Si has encontrado esta libertad, ¿la estás compartiendo con otros? ¿Estás escuchando la voz de Dios respecto a quién puedes ayudar a alentar, a empoderar y a dejar en libertad? Permite que el Señor quite la presión de tener que persuadir brillantemente, y en cambio, comienza a presentar gozosamente Su Buenas Noticia. En todas partes. Sé esa luz.

Si te preguntas cómo puedes conocer personalmente a Jesús, queremos ayudar.

Aún brillando.

– Luis Palau

Día 6

Acerca de este Plan

Palau, Una Vida Apasionada

Una vida apasionada es una colección de principios que nos guían, de uno de los evangelistas más respetados de nuestros días, encenderá en tí la fe ardiente para vivir las buenas nuevas de Jesucristo.

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Nos gustaría agradecer a  Una vida apasionada by Luis Palau published by Grupo Nelson por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.palauellibro.org/