El Evangelio A Través De Los Ojos De Pedro – Marcos 3–5Muestra

  

Día 6 — Receptividad

Texto: Marcos 4:1–20

Reflexiona:

Jesús dijo: «Esas personas cambian su vida y hacen lo bueno. Son como las semillas que produjeron espigas».

Piensa:

En el mundo de hoy, las grandes compañías viven en una lucha constante para hacer que sus productos o servicios «penetren» en la sociedad, es decir en la mente y el corazón de las personas. Luego tienen el control del mercado y entonces vienen los éxitos empresariales. Aquí es donde vivimos nosotros envueltos en una gran cantidad de información que debemos seleccionar para asumir qué es lo que nos sirve y ayuda y qué es algo no necesario.

En el Evangelio Jesús muestra también una táctica de un sembrador, que sale a esparcir las semillas y estas van cayendo en diferentes terrenos y ocurren diferentes cosas. Unas de ellas se las comen los pájaros, otras brotan y se secan, otras son apretadas por otras plantas y finalmente unas dan mucho fruto.

Es momento de analizar tu vida como el terreno que propone Jesús. Si lees el texto del Evangelio de hoy, ¿cuál es el que más te parece apropiado para identificarte? Puedes decir y sentir que hay algo que mejorar en tu vida para que tu terreno sea más receptivo y la Palabra de Dios entre de verdad en tu vida y en tu corazón y así produzcas fruto… Piensa, ya que la vida es una sola y no se repite. Hoy tienes esta oportunidad.

Dialoga:

Señor Jesús, gracias por sembrar en mi tu Palabra que produce fe y decisión. Estoy consciente que me amas y me has elegido para que dé fruto abundante. Hoy quiero pedirte que me ayudes a limpiar el terreno de mi vida, porque aún veo muchas piedras que impiden que tu Palabra crezca en mí. Sabes bien que yo solo no puedo. Te pido que me ayudes y me señales el camino a seguir, para poder dejarte un terreno abonado, y que tu Palabra dé frutos abundantes en bien de los demás.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que escuchan el mensaje y lo aceptan»

Recalculando:

Es importante recalcular la dirección de tu vida, luego de conocer el Evangelio. Te invito a que hagas una obra de caridad con gente que necesita algo. Por ejemplo, enseñar al que no sabe, debes tener entre tu grupo de compañeros de escuela o trabajo a alguno que no entiende bien cómo realizar la tarea. Venciendo tu egoísmo, te invito a que busques a quien precisa esa ayuda, ese punto de vista tuyo para poder crecer. Al final, analiza cómo te sentiste y verás que estás dando fruto.