[Serie El amor de Dios por nosotros] Cómo enfrentar el cuidado diarioMuestra

Dios es mi lugar de protección

El día uno vimos que el punto de partida es Dios. Luego entendimos que él realmente te ayuda y te liberta de pensamientos equivocados y actitudes de derrota. Hoy veremos por qué es tu lugar de protección. Salmos 91 es un escrito rico en seguridad en Dios, porque desde el principio habla de la protección real de Dios a quienes creen en él. Puedes buscar muchos lugares físicos para protegerte, pero hay cosas que ni siquiera el lugar más seguro en la tierra te protege, porque va más allá de lo físico. Llega a lo emocional y espiritual. Lugares donde solamente Dios puede darte la protección plena. En lo físico podrías estar en el lugar más seguro, pero si no te sientes seguro, no importará. Pero cuando Dios te da seguridad, no importa dónde estés, estarás protegido y seguro. Te sentirás en paz. Podrás enfrentar cualquier situación.

Su fidelidad protege como escudo seguro. Su fidelidad permanece para siempre, así que sin importar la situación que estés atravesando, tu confianza no puede moverse de quien en realidad es tu lugar de protección. No muevas tu confianza a otro lugar. Tu lugar de protección es Dios, no hay nadie ni nada más grande que él. Él creo todo lo que existe, el único que existió antes que el universo es Dios. Nada es más grande que el Creador. Nada es más poderoso que él. Con amor eterno nos ha amado y nos brinda seguridad. 

El Señor te dará bienestar y seguridad. La seguridad que tienes en Dios te permite recibir su amor. Te ama tanto que de muchas e innumerables formas te lo hace saber. Envió a su Hijo amado a tomar tu lugar en la cruz, se hizo sacrificio perfecto para darte salvación, pero también para hacerte su hijo. Porque quiere de manera real, expresar su amor y protección a sus hijos. Quien invierte tanto para ser tu Padre, no lo hace de manera temporal ni en ciertas circunstancias. Él se aseguró que no hubiera nada que te separara de él. Por eso sabes que él es la protección segura y total. 

¿A quién acudir? A tu Padre celestial. ¿Cuándo acudir? Cuando tú desees. Él está plenamente dispuesto a hablar contigo. Nada puede detener eso. No necesitas sacar cita, ni tampoco tienes que esperar a que te anuncien. Tienes acceso directo.

Palabra de confianza de parte de Dios

Pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro.