Incrementa tu feMuestra

Fe ejercitada

La fe es como los músculos. Crece más y más, y se hace más fuerte a medida que se entrena. Cuando tu fe es probada, se estira y expande, para tener una mayor capacidad. Confiar en Dios y creer en su soberanía en este mundo y en tu vida, es la manera de ejercitar la fe que Él te ha dado. Cuando confías continuamente en Él, sales y actúas fielmente según su Palabra, y recuerdas sus maravillas en acción de gratitud, estás incrementando las oportunidades para que tu fe crezca.

En el libro de Mateo, hay una historia sobre el sirviente de un oficial del ejército que se encontraba enfermo. El hombre va a Jesús, le cuenta acerca de su siervo que está muriendo, y pide que lo sane. Jesús responde a este oficial que sanará a su siervo. Pero el oficial del ejército responde a Jesús: No soy lo suficientemente bueno como para que entres en mi casa. Solo da la orden, y mi sirviente estará bien. Soy un hombre que toma y da órdenes. Puedo decir a uno de mis sirvientes, ¡ve! y él va. Puedo decir a otro: ¡ven! y él viene. La Biblia dice, que Jesús se maravilló de la fe del hombre, y agregó que no había encontrado una fe tan grande en ningún lugar de Israel. Este era un hombre que tenía verdadera fe. Comprendió que Jesús era el Señor, y aunque no había tenido mucha exposición con Jesús, inmediatamente tuvo una gran fe. Tan grande que Jesús se maravilló de ello.

¿Quieres fe como la del oficial del ejército? Crecemos en la fe al probar y vivir la Palabra de Dios, al ejercer nuestra fe y ponerla en práctica cuando es necesario. Es entonces cuando ves la fidelidad de Dios en exhibición. Dios trabaja a través de las diferentes circunstancias. Entonces, no puedes pedir a Dios que haga algo, y luego no actuar de acuerdo con lo que Él ha ordenado para responder a tu solicitud.

En la carta a los romanos, Pablo dice: Nadie puede tener fe sin escuchar el mensaje acerca de Cristo. Al leer la Palabra de Dios, Él aumenta tu fe. Necesitas conocer su mensaje para tener fe. Dios produce fe en tu alma por su obra y transformación en ti.

Te animo a que conozcas, creas y confíes en su Palabra, para que tu fe aumente. A pesar de tu situación actual o temores, cree las promesas que Dios tiene para ti. Piensa en su fidelidad pasada en tu vida, como un recordatorio de que Él no cambia. Dios permanece fiel hasta el final.

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