Personas LibresEjemplo

Piensa en un momento en que un amigo compartió algo que necesitabas contigo. Tal vez olvidaste tu almuerzo y un amigo te dio la mitad del suyo. O tal vez dejaste tu bate o guante en casa antes de la práctica, así que un amigo te ofreció uno de sus extras. Cuando te diste cuenta de que algo te faltaba, probablemente te sentiste muy mal. ¿Pero cuando alguien intervino y compartió lo que tenía? ¡Cambió el juego! Dios quiere que no solo estemos en el extremo receptor de ese tipo de buenas acciones; quiere que nosotros también seamos los que compartamos generosamente con los demás. ¿Con quién puedes ser generoso hoy? Tal vez sea un hermano que ha estado mirando tu nueva camisa o un amigo que simplemente necesita tu tiempo. Esta semana, pregúntale a Dios cómo puedes ser generoso con alguien en tu vida que lo necesite.