[Serie Ejercicio de confianza] En los brazos de DiosMuestra

Mismo privilegio

El apóstol Pedro comienza su segunda carta así: Simón Pedro. ¿No es interesante? Él usa su nombre hebreo, Simón, y el griego, Pedro. Esto nos muestra que él tiene un pasado y un presente.

Simón Pedro, un esclavo (o siervo), y un apóstol de Jesucristo: a aquellos que obtuvieron una fe de igual privilegio que la nuestra..., (Nueva Versión Internacional), puede que en tu Biblia diga: Una fe de la misma clase, ...mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, (La Biblia de las Américas).

Vamos a ver esta palabra, «mediante», unas cuatro veces. ¿Cómo obtenemos esta fe? Es mediante. Mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Ahora, mira cómo llama a Jesús: Dios y Salvador. La deidad de Jesús se enfatiza en este versículo, Jesús es Dios en la carne, nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

Reciban abundancia de gracia y de paz mediante…, nuevamente la palabra “mediante”, ... el conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor, (Dios Habla Hoy). Así que, aquí tenemos algo que todo el mundo está buscando. Todos estamos tratando de resolver  esto, y las Escrituras nos dan la respuesta. Él dice: Ustedes han recibido una fe de igual privilegio que la nuestra. ¡La misma clase de fe! Ahora, pon eso en tu mente. Pedro está diciendo que su cristianismo y el tuyo, son exactamente lo mismo. Tienes los mismos privilegios que Pedro tenía. Entender esto golpea la mente, pues Pedro fue el líder de la iglesia primitiva, caminó sobre el agua, estaba con Jesús en el jardín. Pedro estaba allí al lado de la cruz. Aunque Pedro cometió muchos errores, estaba allí mismo en la transfiguración. A pesar de todo lo que vivió, en esta carta nos dice, que nuestra fe y su fe son exactamente iguales.

No sé nada de ti, pero de vez en cuando siento que, «seguramente Billy Graham tenía un poco más de Espíritu Santo que yo». Sé que todos somos iguales, pero algunas personas son más idénticas que otras. Seguramente Pedro tuvo más fe que la que yo tengo. Sin embargo, Pedro está diciendo: «No, tú tienes el mismo privilegio delante del Señor que el que yo tengo».

Esto es lo que todos buscamos en nuestras organizaciones y sociedades. Esto es lo que buscamos en nuestro mundo, igualdad de derechos y trato. Pero este privilegio solo viene a través de Dios. Todos estamos tratando de descubrir cómo hacer que la humanidad deje de ser perjudicada. Este es el camino: ¡Que se den cuenta que fuimos creados por Dios!