El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los CorintiosMuestra
Esperanza en Cristo: 1 Corintios 15:19-24
La segunda manera en que Pablo intentó corregir la escatología de los corintios fue recordándoles la naturaleza provisional de sus bendiciones en el mundo presente.
Aunque los corintios disfrutaban de muchas bendiciones de los tiempos venideros, la era presente de pecado y muerte aún no había terminado. Por ejemplo, en 1 de Corintios 7:31, Pablo escribió:
Porque la apariencia de este mundo se pasa. (1 Corintios 7:31)
E hizo una declaración similar en 1 de Corintios 2:6 cuando escribió,
Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. (1 Corintios 2:6)
Y en 1 de Corintios 15:50, agregó,
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. (1 Corintios 15:50)
Claro, que los corintios sabían que eran de carne y sangre, así que esto les indicaba que no podían, en su estado actual, recibir todos sus premios eternos. Igualmente, Pablo argumentó en 1 de Corintios 4:8 “¡Y ojalá reinaseis…!” que los corintios no habían empezado a reinar con Cristo todavía. Ése sería otro aspecto de vida en la llenura de los tiempos venideros.
Quizás el argumento más largo que Pablo hizo, que aplica directamente a la doctrina de esperanza, puede encontrarse en 1 Corintios 15. Allí, Pablo refutó a aquéllos que negaron la resurrección corporal futura de todos los creyentes. Como hemos visto, por lo menos algunos miembros de la iglesia de los corintios creían que ya estaban disfrutando de la mayoría, si no es que de todos, los beneficios de los tiempos venideros. Creían que ya no tenían nada que buscar. En 1 Corintios 15, Pablo aclaró que algunos grandes eventos aún deben ocurrir y algunos cambios increíblemente significativos aún deben tomar lugar, antes de que los tiempos venideros lleguen a su plenitud. Él resumió estos cambios en 1 de Corintios 15:22 al 24:
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. (1 Corintios 15:22-24)
Los creyentes deben levantarse de la muerte, así como Cristo lo ha hecho, pero su resurrección no tendrá lugar hasta que Cristo vuelva. Entonces, pasarán la eternidad con Él en sus cuerpos glorificados. El regreso de Cristo y la resurrección de los creyentes, señalarán el fin de estos tiempos con su gobierno, su autoridad y su poder. Como Cristo no había vuelto todavía y la resurrección no había tenido lugar aún, los corintios, a pesar de lo que pensaban, todavía no estaban viviendo en gloria. Tal como lo escribió en 1 de Corintios 15:19;
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. (1 Corintios 15:19)
Simplemente hablando de la naturaleza provisional del mundo presente, Pablo esperó darles una perspectiva realista a los corintios en sus vidas y su iglesia. Y esperó que esta nueva perspectiva los llevara a arrepentirse de su arrogancia y pecado.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura explora el trasfondo de las Cartas de Pablo a los Corintios, examina la estructura y contenido de Primera y Segunda de Corintios, y revela su escatología.
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Nos gustaría agradecer a los Ministerios del Tercer Milenio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/