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Orar, dar e ir

Pedro hace una declaración en la ciudad de Roma. Comienza diciendo: Todo llegará pronto a su fin. Así que sea serio y sea lo suficientemente sensato como para orar. Lo más importante de todo es que deben amarse sinceramente entre sí, porque el amor borra los pecados. Lo que él quiere que entendamos es que, debido a que Jesucristo regresa pronto, necesitamos estar enfocados. Él desea que entendamos la importancia del ministerio y de lo que Dios puede hacer a través de nosotros.

Orar, dar e ir, nos da un enfoque claro. Pedro nos está diciendo que si entendemos que el fin de las cosas está cerca, entonces seremos disciplinados en la oración. Esta tierra tendrá un momento de cumplimiento. Hay un tiempo en el cual el ministerio se llevará a cabo en el planeta Tierra y, aquellos que han confiado en Cristo, entrarán a la eternidad con Dios.

El ministerio es muy importante en este mismo momento para decir: «Señor, lo haremos porque sabemos que regresarás». ¿Sabes que en las Escrituras, por cada profecía de la primera venida de Jesús, hay ocho profecías de su segunda venida? Por cada vez que se menciona: Navidad, Belén, nacimiento del Salvador, Mesías; hay ocho profecías del regreso de Cristo, de la venida del Mesías y del fin de los tiempos.

Al mirar hoy a este mundo, no solo en tu ciudad, sino en todas partes, nuestros corazones deberían decir: «Tenemos que orar, dar e ir, porque estamos en los últimos días». Ahora, de ninguna manera estoy tratando de declarar cuándo es el último día, porque no lo sé. Pero, sé que estamos más cerca hoy que ayer, eso podría asegurarlo. Y Pedro dice que debido a eso, necesitamos estar enfocados.

Ahora, ¿en qué quiere que estemos enfocados? Él nos da tres cosas, que como iglesia, debemos hacer. Pedro comienza hablando de amarse unos a otros. Y luego dice: Ofrezca hospitalidad sin quejarse. Basado en cada don que todos hemos recibido, utilícelo para servir a los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Pedro dice que debemos amar, ser hospitalarios y caminar en nuestro don. ¿Lo estás haciendo?