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El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los TesalonicensesMuestra

El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los Tesalonicenses

DÍA 4 DE 15

Problemas en la Vida Cristiana: 1 Tesalonicenses 4:13-14

Normalmente, cuando los cristianos creían que la segunda venida de Jesús estaba a la vuelta de la esquina, inevitablemente se desmoronaban porque Jesús no aparecía. En Tesalónica, muchos creyentes habían orientado sus vidas enteras alrededor del regreso inmediato de Cristo. Ellos habían sufrido y habían dejado mucho por causa de Cristo. Aun, cuando los meses pasaban, no sólo estaban defraudados, sino que para empeorar las cosas, varios creyentes iban muriendo. Aquéllos que permanecían vivos, se angustiaban sobre el destino eterno de los creyentes que se había ido. Esta confusión los llevó a tener dudas, y las dudas al desaliento. Considere la manera en que Pablo sutilmente los corrigió en 1 de Tesalonicenses 4:13 y 14: 

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. (1 Tesalonicenses 4:13-14)

Pablo les aseguró a los tesalonicenses que aunque los santos que ya no estaban, habían muerto físicamente, aún estaban vivos con Cristo y que ellos acompañarían a Cristo cuando él regresara. Además del desaliento y la confusión, el mensaje de los profetas falsos los había llevado a una vida irresponsable. Realmente no es difícil entender lo que pasó en Tesalónica. Póngase usted en su situación. Si usted creyera que el mundo se acabará el próximo mes, ¿Seguiría yendo a trabajar, o repararía su casa, o construiría escuelas? Si usted estuviera muy seguro de que Jesús va a regresar dentro de pocos días, las actividades normales ya no parecerían muy importantes. 

Esto precisamente es lo que pasó en Tesalónica. Los profetas falsos convencieron a algunos de los cristianos de ahí, que ya no necesitaban mantenerse. Su posición era “¿Para qué preocuparse por el trabajo, si Jesús regresará tan pronto?” Por eso en 1 de Tesalonicenses 4:11 y 12, Pablo les dijo que deben volver a trabajar: 

[Que] procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada. (1 Tesalonicenses 4:11-12)

Desafortunadamente, aun después de que Pablo los había exhortado a atender sus asuntos diarios, algunos creyentes en Tesalónica ni así volvieron a sus responsabilidades. Así que, Pablo se dirigió a este asunto de nuevo en 2 de Tesalonicenses, pero esta vez fue más fuerte. En 2 de Tesalonicenses 3:6 al 12 escribió: 

Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros... Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. (2 Tesalonicenses 3:6-12)

Las profecías falsas sobre el regreso inminente de Cristo habían estimulado a los tesalonicenses a ser más perezosos y ociosos;

  

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Acerca de este Plan

El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los Tesalonicenses

Este plan de lectura explora el trasfondo de la Epístola de Pablo a los Tesalonicenses, examina la estructura y contenido de Primera y Segunda de Tesalonicenses, y revela su escatología.

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Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/