¿Ha Aprendido Usted A Amar? Muestra

¿Es Esto Suficiente?

Un gran ministro, que falleció hace varios años, llegando al final de sus días sintió que su cuerpo desfallecía y en su corazón sabía que no tenía mucho tiempo [de vida]. Él comenzó a reflexionar en su vida. Algunos se sienten felices con lo que han logrado; otros se encuentran insatisfechos y se preguntan por qué no hicieron más.

Ese ministro creía haber cumplido con todo lo que Dios le había dicho que hiciera, y sintió que no le quedaba nada más por hacer. Pero aún con toda esa certeza, algo todavía le perturbaba, por lo que habló con Dios diciéndole: «Dios, ¿hay algo más que podría haber hecho o dicho? ¿He completado mi tarea en la tierra?» Rápidamente obtuvo la respuesta al sentir que Dios le hacía una pregunta sencilla: ¿Aprendiste a amar? Esta pregunta lo tomó totalmente por sorpresa, pues creía que había dedicado toda su vida sirviendo a Dios y a los demás. Luego, comenzó a reexaminar su vida cuestionando si había hecho lo suficiente. Con gratitud, antes de tomar su último aliento, con alegría le dijo a Dios: «Sí, Señor, aprendí a amar».

Cuando escuché esta historia, comencé a examinar mi propia vida. Por supuesto, creo que tengo un gran amor por mi prójimo. Después de todo, dedico la mayor parte del tiempo haciendo cosas para animar y servir de mentor para los demás. Hago todo lo posible por llevar esperanza a las personas a través de mis palabras y acciones. Pero aún con todo esto, me pregunté a mí mismo, «¿Es esto suficiente?» Es fácil hacer las cosas por obligación, pero ¿las hago porque verdaderamente amo a la gente como debería?