Desarrollando Líderes JóvenesEjemplo

Vulnerabilidad

Otra parte crucial del entrenamiento que los líderes jóvenes necesitan es la vulnerabilidad. Ellos a menudo dan lo mejor de sí porque demostrar debilidad o fracaso es inaceptable. Sin duda alguna, la excelencia es importante; pero también saber que el fracaso no es el fin fomenta el crecimiento. Andar con Jesús incluye momentos de imperfección. El entender los errores y el dolor nos enseña que nuestra naturaleza humana pecaminosa necesita la presencia y el poder del Espíritu Santo que «… [nos] guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que [nos] dirá lo que ha oído y [nos] contará lo que sucederá en el futuro».

Los líderes jóvenes necesitan ser entrenados por mentores que estén presentes y dispuestos a ayudarlos a aprender de sus errores. Pueden crecer confiando que Cristo es quien sana sus dolores y abre puertas para aquellos que están dispuestos a servir. La presencia de Dios es la que prepara a un joven líder. 

También es importante ayudarlos a desarrollar una relación con el Espíritu Santo como maestro y guía para que creen una dependencia que les ministrará a medida que maduran en su ministerio.