Creado: Escuela SecundariaMuestra

Piensa en lo último de lo que huiste. ¿Fue una araña aterradora en el garaje, un miembro de un equipo contrario en el campo, o incluso un ruido espeluznante afuera? No importa lo que fuese, probablemente huiste porque sabías que tenía el potencial de dañarte. En otras palabras, huimos de cosas que sabemos que son malas para nosotros. Es por eso que Pablo nos instó a huir del pecado sexual. Él sabía que la actividad sexual o los comportamientos que están fuera del diseño de Dios para el sexo tienen el potencial de dañarnos física, mental y emocionalmente. Pero la buena noticia es que cuando huimos del pecado sexual, podemos hacerlo sabiendo que corremos hacia un Dios que nos ama. Él quiere ayudarnos a seguir huyendo de lo que podría hacernos daño para que podamos correr hacia lo que es mejor para nosotros. Esta semana, pídele a Dios que te brinde el conocimiento y la fuerza que necesitas para huir de este tipo de pecados en tu vida para que puedas correr hacia Él.