Hoy recordaréMuestra
Un día a la vez
Hace poco, nuestra familia sufrió una emergencia que nos sacudió, y por poco nos sobrepasa. En esos momentos de dificultad, tiendo a funcionar en piloto automático. Decisiones que se tienen que tomar, las tomo. Situaciones que se tienen que superar en ese instante, las supero. Problemas que se deben resolver, los resuelvo. Y todo va bien por un tiempo hasta que llega el día, y siempre llega, cuando siento que ya no puedo más. ¿Usted ha sentido que llegan esos días a su vida?
En ese instante tu espíritu desea recordar quien es su Creador... tu alma grita por misericordia y tu cuerpo te reclama como solo el cuerpo lo puede hacer después de horas de sueño que no se han logrado reponer. Tienes que escuchar su llamado y tomarte un tiempo íntimo, personal. Aunque sea tres minutos, para que tu espíritu pueda convivir con su Creador: El único que puede traer quietud a esos vientos huracanados. Me separo, escucho, recuerdo, leo... creo una vez más que con Él en mí, como solo Él lo ha podido hacer, su Santo Espíritu en mí, entonces todo lo puedo hacer, porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
En ese momento de intimidad, Él me habla: «Hija, tómalo un día a la vez. Yo estoy contigo un
día a la vez. Yo te doy la misericordia un día a la vez. Yo te cubro con Mi gracia un día a la vez». Un día a la vez, un día a la vez. Es una verdad tan sencilla que puede llegar a ser muy complicada. Pero interesantemente, al escuchar su voz susurrando “un día a la vez” a mi ser, la respiración regresa a mí. Mi alma comienza a tranquilizarse. En ese momento puedo experimentar personalmente lo que tanto he escuchado y aún predicado: la tangible paz de Dios.
Esa paz que, como me dice su Palabra, sobrepasa todo entendimiento. Esa paz que abraza mi alma, envuelve mi cuerpo y conforta mi espíritu. ¡Él está conmigo hoy y siempre! El día de hoy, su gracia es suficiente. Lo que me hará falta mañana, lo tendré mañana; así como lo de ayer, se quedó en el ayer. Tomaré esta tormenta un día a la vez y de esta forma veré su victoria... un día a la vez.
Acerca de este Plan
En este plan devocional de siete días, Lorena Zamorano comparte principios de vida que nos permitirán ver que aún en medio de lo cotidiano y complejo, el Padre amado, nos ha dado la victoria. El Padre nos ha dado los recursos para tomar decisiones sabias y vivir rendidas a Cristo, aprendiendo a vivir un día a la vez en la fe del Hijo de Dios: una vida abundante en Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Lorena Zamorano de acuerdo con la red de El Centro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.ministeriosoymujer.com y http://www.elcentronetwork.com