Preparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 32: La adúltera"
La ley era clara: el adulterio era un delito capital con dos culpables: "Si se encuentra a un hombre acostado con la esposa de otro, los dos morirán" (Deuteronomio 22:22). Entonces, de acuerdo con la ley, los escribas y fariseos se presentaron ante Jesús con una mujer adúltera que iba a ser apedreada. ¿Dónde estaba el hombre? No les importaba. Después de todo, su preocupación no era realmente por la ley. Su preocupación era probar a Jesús.
Pero Jesús no se dejo engañar. Les dijo: "Aquel de ustedes que esté libre de pecado que tire la primera piedra". Naturalmente, Jesús no estaba haciendo una recomendación para un nuevo sistema judicial, ya que ningún criminal resultaría responsable si los jueces tuvieran que estar sin pecado. Jesús estaba sentando una posición que frecuentemente usaba ante los fariseos. A menudo decía cosas como: "Vayan y aprendan lo que significa, 'Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios'" (Mateo 9:13; c,f., Mateo 12:1-8; Juan 7:21-23). En otras palabras, les estaba diciendo que ellos estaban desconociendo la parte más importante de la ley: que su fundamento era el amor (Mateo 22:34-40; Mateo 7:12; Gálatas 5:14). Así que, aunque aparentaban estar interesados en hacer cumplir la ley, realmente la estaban quebrando, porque no estaban actuando sobre la base del amor, la gracia, la humildad y la compasión.
Entonces se fueron. Y Jesús le dijo a la mujer, “Ni yo te condeno; vete, y no peques más. No le dijo: "No importa si pecas", sino, en efecto, le dijo: "Yo mismo establezco tu rectitud sobre la base del amor y la gracia. Por lo tanto, no peques, no por temor al castigo, sino porque me has encontrado y has sido salvada por gracia".
Oración
Señor, exaltamos el nombre de Jesús porque Su rectitud ¡nos ha sido dada únicamente por medio de Tu gracia! Por lo tanto, aun cuando buscamos no pecar más, anhelamos la santidad y la rectitud con base en un profundo reconocimiento de que hemos sido salvados por gracia. En el nombre de Jesús, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
La ley era clara: el adulterio era un delito capital con dos culpables: "Si se encuentra a un hombre acostado con la esposa de otro, los dos morirán" (Deuteronomio 22:22). Entonces, de acuerdo con la ley, los escribas y fariseos se presentaron ante Jesús con una mujer adúltera que iba a ser apedreada. ¿Dónde estaba el hombre? No les importaba. Después de todo, su preocupación no era realmente por la ley. Su preocupación era probar a Jesús.
Pero Jesús no se dejo engañar. Les dijo: "Aquel de ustedes que esté libre de pecado que tire la primera piedra". Naturalmente, Jesús no estaba haciendo una recomendación para un nuevo sistema judicial, ya que ningún criminal resultaría responsable si los jueces tuvieran que estar sin pecado. Jesús estaba sentando una posición que frecuentemente usaba ante los fariseos. A menudo decía cosas como: "Vayan y aprendan lo que significa, 'Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios'" (Mateo 9:13; c,f., Mateo 12:1-8; Juan 7:21-23). En otras palabras, les estaba diciendo que ellos estaban desconociendo la parte más importante de la ley: que su fundamento era el amor (Mateo 22:34-40; Mateo 7:12; Gálatas 5:14). Así que, aunque aparentaban estar interesados en hacer cumplir la ley, realmente la estaban quebrando, porque no estaban actuando sobre la base del amor, la gracia, la humildad y la compasión.
Entonces se fueron. Y Jesús le dijo a la mujer, “Ni yo te condeno; vete, y no peques más. No le dijo: "No importa si pecas", sino, en efecto, le dijo: "Yo mismo establezco tu rectitud sobre la base del amor y la gracia. Por lo tanto, no peques, no por temor al castigo, sino porque me has encontrado y has sido salvada por gracia".
Oración
Señor, exaltamos el nombre de Jesús porque Su rectitud ¡nos ha sido dada únicamente por medio de Tu gracia! Por lo tanto, aun cuando buscamos no pecar más, anhelamos la santidad y la rectitud con base en un profundo reconocimiento de que hemos sido salvados por gracia. En el nombre de Jesús, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
Acerca de este Plan
¿Qué es Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre la oscuridad del pecado y la muerte. Durante este tiempo desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, se nos recuerda nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Redeemer Presbyterian Church y fue publicado originalmente en el 2012 en www.redeemer.com Reproducido con autorización.