9 mentiras comunes que los cristianos creenMuestra

"Sigue tu corazón". ¿Cuantas veces nos han dado este buen consejo?

Al buscar ayuda, sabiduria y orientacion, hablamos con seres queridos, personas que admiramos y respetamos, o incluso consejeros profesionales y muchas de estas conversaciones terminan con el mismo consejo: "Al fin del día, solo necesitas hacer lo que dice tu corazón". Como si tu corazón fuera esta guía infalible dentro de ti que nunca te desviará. Este consejo te hace creer que tu corazón tiene un GPS pre programado que siempre te guiará en la dirección correcta, nunca te perderás, que golpeará en tu interior cuando estés a punto de tomar una decisión realmente mala y brindará de gusto para hacerte saber cuando estás a punto de tomar una gran decisión. ¡Vaya!! Eso suena genial, ¿no? Si tan solo fuera cierto.

En la Biblia, la palabra corazón representa el lugar de nuestros sentiminentos, deseos y emociones. También nos dice esto acerca del corazón: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9).

Es por eso que no puedo seguir mis sentimientos, deseos, y emociones. Si los siguiera, estaría sin rumbo en mis decisiones. Desafortunadamente, si somos honestos con nosotros mismos, muchos cristianos están así, sin rumbo; completamente perdidos en dirección, estabilidad y funcionalidad en su vida diaria.

Para ayudarte a tomar decisiones cuando te hagas esas preguntas tan importantes (¿Qué carrera debo elegir? ¿A qué escuela debo asistir? ¿Con quien debo estar en una relacion?), Dios te ha dado el mejor rastreador de todos los tiempos, Él mismo. Jesús te ha dado Su Espiritu. El Espiritu (nuestro ayudador), que ahora mora dentro de ti, te habla a traves de Su Palabra, la Biblia. Él te guía. Tus sentimientos no serán tu guía; Jesús lo será. Él es tu GPS que nunca te falla.

Preguntas para reflexionar:

Nuestro mundo dice: "Haz lo que te parezca correcto". ¿Crees que esto ha dañado nuestra cultura? ¿Por qué o por qué no?

Esta es una gran oportunidad para pensar en tu propia historia. Escribe acerca de cuando te convertiste en cristiano (cuando Jesús te dio un corazon nuevo).

Verdad:

No sigas a tu corazón. Sigue a Jesus.