Serie Fuerte en los lugares rotos – Restauración de oroMuestra

La vida nos rompe a todos

Ernest Hemingway escribió: «La vida nos quebranta a todos, pero muchos se fortalecen en los lugares rotos». La mayoría de nosotros, si no todos, podemos identificarnos con esa afirmación. La verdad es que la vida arroja muchas curvas tales como pruebas, fracaso, sufrimiento injusto, pérdida, duda e incluso nuestro pecado puede rompernos. Pero, al igual que los huesos rotos que sanan más fuerte que antes y el tejido de cicatriz es más resistente que la piel, Dios puede sacar fortaleza del quebrantamiento. Esta serie devocional considerará seis cosas diferentes en la vida que pueden quebrantarnos y lo que Dios hace en ese quebrantamiento para traer fuerza y belleza.

Primero, miremos la realidad de las pruebas en nuestra vida. Los discípulos en sus escritos y Jesús mismo, nos dijeron que debíamos esperar pruebas. De hecho, Santiago, al comienzo de su carta, escribe que sabía todo acerca de las pruebas. Él se llama a sí mismo un esclavo de Dios y el Señor Jesucristo. Un esclavo era aquel, que voluntariamente servía a otro. En este caso, Santiago es un bálsamo voluntario de Dios y Jesús. Esto no fue poca cosa, porque en la iglesia primitiva la persecución de aquellos que seguían a Jesús, era severa. Decir públicamente que eras un esclavo de Jesús, significaba que tenías un objetivo claro y que la persecución pronto te seguiría. 

El público de Santiago son las doce tribus que están dispersas en el exterior, o los creyentes judíos que fueron perseguidos por su fe y que se habían trasladado para escapar de la persecución. Santiago los llama hermanos, un término cariñoso de su vínculo en Cristo, y expresa la cercanía que solo surge al enfrentar los juicios juntos.

Luego dice que cuenten todo como gozo cuando caigan en las pruebas. Observa que Santiago no dice si caes, sino cuando te encuentres con varias pruebas. El Dr. David Anderson, en su libro Triumph Through Trials (Triunfo a través de las pruebas), afirma: «Las pruebas no son opcionales; son inevitables. Las pruebas son una parte normal del proceso de Dios para llevarnos a la gloria». Jesús nos dijo que experimentaríamos pruebas y el apóstol Pedro las llama «pruebas intensas». La realidad es que todos los discípulos pasaron por pruebas como lo hizo Jesús, y así lo haremos nosotros. La pregunta no es si experimentaremos pruebas, la pregunta es, ¿cómo responderemos a ellas?

Para profundizar más de este plan, escuche la serie de podcast en inglés: Strong at the Broken Places y descargue la Guía de estudio gratuita en http://www.gsot.edu/strong