Serie Fuerte en lugares rotos - Historial quebrantadoMuestra

El historial de Pablo

Toma un momento para reflexionar en tu vida. Cuando das un vistazo a tu pasado, ¿ves puntos de quiebre? ¿Lugares de pruebas, caídas, pérdidas, sufrimientos y dudas? ¿A qué se parece tu historial? La mayoría, si no todos nosotros, encontraremos lugares en nuestras vidas donde nos rompimos y necesitamos sanidad, sin embargo, si hubo alguien con un historial quebrantado, fue el apóstol Pablo. Él compartió el historial de su vida con nosotros en su carta a la iglesia de los filipenses. Fijémonos nuevamente en el historial de Pablo.

Primero nos cuenta que él, por su genealogía y su desempeño, era el mejor de los mejores. Y aún más, que su confianza en la vida estaba ubicada en su genealogía y desempeño. Él había hecho todo bien, estaba bien físicamente, con la nacionalidad correcta, en la tribu correcta, en la religión correcta, legalmente correcto, espiritualmente correcto y estaba correcto a los ojos de quienes lo rodeaban. Por los estándares del mundo, sus compañeros y él mismo, él era el mejor. De hecho, era tan celoso religiosamente hablando, que estaba persiguiendo cristianos y consiguiendo órdenes de la corte para apedrearlos hasta la muerte. ¡Hablemos de historial roto! Su orgullo y su ego estaban fuera de concurso. No me hubiera gustado conocer a Pablo cuando era Saulo, el fariseo.

Pero, ahora escucha a Pablo, el redimido. Él dice que las cosas que eran ganancia en su vida, vinieron a ser pérdida. ¿Por qué? Porque ellas lo mantenían separado del conocimiento y experimentar a Cristo de manera profunda. De hecho, él dice que su genealogía y su desempeño eran basura porque vinieron a ser un obstáculo para él en el conocimiento de Cristo. Para ponerlo más simple, lo que él había pensado que era ganancia ahora era pérdida, y lo que para él era pérdida, ahora era ganancia. ¿Por qué? Porque en su pérdida él vino al conocimiento profundo de Cristo, la mayor ganancia.

Si Cristo puede redimir el historial roto de Pablo, ¿puede redimir el mío? ¿El tuyo? Absolutamente, sin ninguna duda, esto es lo que Cristo nos llama a hacer. Ahora, cuando haces nuevamente un balance de tu historial quebrantado de la vida, ¿puedes ver a Jesús y la cruz sanando el lugar de quebrantamiento… fortaleciendo ese lugar de tu pasado? Después de todo, eso es lo que hace el Salvador, ¡Él salva!