El Credo de los Apóstoles: El Espíritu SantoMuestra
Renovación personal por el Espíritu Santo: Tito 3:5
La Escritura enseña que los seres humanos nacen en un estado de muerte espiritual. Como nos indica Romanos 5:del 12 al 19 somos culpables del pecado de Adán, y como resultado responsables hasta la muerte. Así que, para que nos salve de este predicamento, el Espíritu Santo crea en nosotros una nueva vida, haciendo que nuestros espíritus vivan delante de Dios. La Biblia habla de esta nueva vida en términos de la regeneración y el nacer de nuevo. Leemos acerca de este nuevo nacimiento en Juan 3:3-8, Tito el 3:5, 1 de Juan 5:1-18, y en algunos otros lugares.
Consideremos las palabras de Pablo en Tito 3:5
Nos salvó… por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo. (Tito 3:5)
Después de ser regenerados, el Espíritu Santo sigue actuando en nosotros para cambiar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, con el fin de hacernos la clase de gente que ama y obedece al Señor. El Nuevo Testamento habla de esto en pasajes como Romanos 8:1-16, 1 de Corintios 12:3, Gálatas 5:16-25, y Filipenses 2:13. Tal vez la discusión más conocida del poder transformador del Espíritu Santo es la descripción de Pablo del fruto que el Espíritu Santo crea en la vida de los creyentes
Consideremos lo que Pablo escribió en Gálatas 5:22-23:
El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. (Gálatas 5:22-23)
Todos estos cambios en nuestro carácter resultan del activo y creativo poder del Espíritu Santo que nos conforma a la imagen de Jesucristo.
Y por supuesto, en el último día, el Espíritu Santo hará uso de su poder creativo para resucitar los cuerpos físicos de todos los fieles cristianos, dándonos cuerpos perfectos e incorruptibles como el que Jesús ya tiene.
Consideremos lo que Pablo dijo acerca de esto en Romanos 8:23:
También nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. (Romanos 8:23)
Cuando Pablo dijo que los seguidores de Cristo tenían las primicias del Espíritu, usó el lenguaje de las prácticas que se hacían en el Antiguo Testamento de traer las ofrendas de la primera cosecha como representante de toda la cosecha de ese año. De la misma manera, el trabajo actual del Espíritu Santo en los creyentes es sólo el primer fruto de algo mucho más grande que vendrá. La obra del Espíritu Santo no terminará hasta que él nos re-cree completamente, eliminando nuestra maldición y corrupción, y restaurándonos a un estado original sin pecado. Hasta el momento, el Espíritu ha dado nueva vida a nuestros espíritus. Pero eventualmente él re-creará nuestros cuerpos, también
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura habla de la divinidad del Espíritu Santo, de su plena pertenencia a la Divinidad. Considera su personalidad, notando que el Espíritu Santo es una persona verdadera y no simplemente una fuerza divina. Y explora el trabajo que el Espíritu Santo hizo en el pasado, y que continúa haciendo hoy.
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Nos gustaría agradecer a los Ministerios del Tercer Milenio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/