La preocupaciónMuestra

 La seguridad es algo de importancia vital para todos. Muchos de nuestros esfuerzos tienen que ver con esto: buscamos tener grandes sumas de dinero en el banco, amigos en quienes confiar nuestros secretos, fuertes cerraduras en las puertas, cámaras de seguridad en nuestras casas o un empleo con posibilidades seguras de progreso. No hay nada de malo en nuestro deseo de sentirnos seguros. Pero, al fin de cuentas la única seguridad, que realmente es efectiva, es la seguridad que encontramos en Dios.

La Biblia nos enseña que por medio de nuestra relación con Cristo podemos contar con la providencia eterna de Dios. Nos pueden robar el dinero, nuestros amigos pueden fallar o desaparecer, pero Dios es fiel, nunca falla y nunca nos dejará. La noche antes de su muerte, Jesús garantizó a sus discípulos la seguridad eterna que él les proveería, una vez y para siempre, en la cruz.