El hogar minimalistaMuestra

Dando frutos

Una vida minimalista es una vida de misión hacia adelante. Esa misión puede ser "grande": atrevida, visible, llamativa. Pero no tiene por qué serlo. Las cosas que parecen "pequeñas" también pueden tener un gran impacto si las haces con amor y humildad.

Si estamos atentos, vislumbraremos un pico mayor en la distancia, uno que tal vez no hayamos visto cuando comenzamos este viaje de minimalismo. Es un propósito más allá de nosotros mismos. Un propósito más grande que nosotros mismos. Uno que es digno de la vida que se nos ha dado para vivir.

Para algunos, este propósito se centra en su familia: su cónyuge, hijos, padres u otros parientes.

Para otros, esta puede ser una causa específica: las personas sin hogar, el medio ambiente, los animales, los niños, las personas con discapacidades o algo más.

Aun otros pueden descubrir que en su carrera o trabajo son capaces de encontrar un propósito mayor sirviendo a los demás y no simplemente ganando un cheque de pago.

Dios tiene un papel para cada uno de nosotros en la construcción de Su Reino. ¿Qué pasión arde dentro de ti? ¿Qué oportunidades se presentan? ¿Qué necesidades tienes la capacidad de satisfacer?

Disfruta de las recompensas personales de minimizar tu hogar, por todos los medios. Pero ve más allá para buscar y apegarte a propósitos fuera de ti mismo.

Así como el minimalismo nos hace contrarios en la forma en que abordamos la propiedad material, nos hace diferentes en la forma en que abordamos nuestra búsqueda de objetivos. Ya sea que estemos marcando un artículo de la lista de deseos (escalar el Monte Kilimanjaro), haciendo la transición a un estilo de vida diferente (saliendo de la oficina para vender artesanías caseras en línea) o liderando una cruzada para brindar algún tipo de servicio a humanidad (lucha contra el abuso infantil), no lo hacemos por aplausos sino porque es algo bueno en sí mismo.

Y espero que lo hagamos mientras exhibimos virtudes como la compasión, la sabiduría, la prudencia, la modestia, la justicia y el humor. Estos son los tipos de virtudes a las que nos acercamos más cuando despreciamos los valores más duros del materialismo de codicia, adquisición y exhibición. A medida que nos acercamos más a Dios al dejar ir las cosas que pueden distraernos de Su llamado, reconocemos los frutos del Espíritu en nuestras vidas: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad, gentileza y autocontrol.

Creo que el minimalismo cambiará todo para mis hijos y para multitudes de su generación en naciones de todo el mundo.

Que haga lo mismo por ti, a partir de hoy.

¿Cómo describirías el llamado de Dios en tu vida?