Salvador - La promesa cumplidaMuestra

  

Martes – El Reino de los cielos se ha acercado – Juan el Bautista

LECTURA: Mateo 3:1-3; Lucas 1:41

DEVOCIONAL: Mateo 3:2

Cuando Elisabet vio a María, el niño que llevaba en el vientre – Juan el Bautista brincó porque estaba lleno de gozo. Aunque Juan no había nacido todavía, respondió a la presencia del Espíritu de Dios. 

“Este fue probablemente el tiempo en el que fue lleno del Espíritu Santo, tal y como el ángel había prometido (Lucas 1:15). Incluso antes de su nacimiento, Juan se gozaba en Jesucristo, del mismo modo que hizo durante su ministerio en la tierra (Juan 3:29-30). Juan el Bautista tendría el gran privilegio de presentar al Mesías a la nación judía” - Warren Wiersbe, “Be Compassionate.” 

Ese fue el comienzo para Juan. Cuando se hizo hombre y predicó en el desierto, su mensaje vino del Espíritu de Dios. Era un mensaje sencillo, pero difícil de creer: “Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado.” El reino de los cielos está cerca todavía hoy. 

Juan el Bautista tenía una misión y se había comprometido con todo su corazón, mente y alma. Dejó todo atrás y se fue a vivir al desierto. Dejó atrás toda comodidad. Mateo dice que llevaba ropas hechas con pelo de camello y comía langostas y miel silvestre(Mateo 3:4).

¿Qué estás dispuesta a hacer para compartir a otros el mensaje de amor y perdón de Dios? ¿Qué comodidades estarías dispuesta a dejar atrás para compartir a Jesús? Dios te ha dado un trabajo para hacer. ¿Estás llena de excusas para no obedecerle? O, como Juan el Bautista, ¿estás comprometida con cualquier cosa que Él te haya encomendado hacer?

Querido Padre, ayúdame a ser valiente. Ayúdame a obedecerte con todo mi corazón. Quiero comprometerme con aquello que has planeado para mí. Si me estás pidiendo renunciar a cosas para hacer Tu voluntad, ayúdame a comprender que nada se desperdicia en Tus manos y que me darás todo lo que necesito. Amén. 

Mini desafío: ¿Con quién puedes compartir a Jesús hoy? Invita a alguien al programa de Navidad de tu iglesia, comparte un versículo para animar a un amigo o escoge hacer algún acto de bondad. Encuentra maneras creativas de brillar para Jesús.