Preparándose para el matrimonioMuestra

“Mostrando gracia y perdón”

El perdón es el pegamento que mantendrá unido tu matrimonio. Sin dar y recibir perdón, se desconectarán el uno del otro y perderán intimidad. Perdonar no significa que vayas a olvidar la falta cometida contra ti, pero sí significa que tomas la decisión de no guardar rencor. Tú no perdonas porque lo sientes, sino porque es un paso hacia la sanidad. El perdón es una decisión consciente. Ello no necesariamente elimina las consecuencias o repara la confianza rota, pero hace posible la reconciliación.

Por nuestra fe, creemos que el mayor acto de gracia apareció cuando Jesús murió por nuestros pecados. El sacrifico de Su vida en la cruz hizo posible el perdón, y ahora podemos experimentar una vida abundante en la tierra y una vida eterna en el cielo. Este es el compendio del amor incondicional. Para nosotros recibir el perdón de Dios y luego elegir no perdonar a nuestro cónyuge es la mayor forma de arrogancia. Cuando perdonas a tu pareja, estás eligiendo deliberadamente "retirar los cargos" del mal que te han hecho. Nunca te pareces más a Jesús que cuando perdonas. Un matrimonio sano y próspero está formado por dos personas imperfectas que se lastimarán mutuamente, pero que también saben cómo perdonarse el uno al otro.

* Aunque esta es una de las lecciones más cortas, es probablemente una de las más importantes. ¿Cuál es tu motivación para perdonar a tu pareja cuando realmente no lo sientes? ¿Has sido testigo del perdón bíblico de ellos? ¿Lo has dado tú mismo? Revisa el patrón de dolor y perdón que caracteriza tu relación, ¿es esta saludable y tiene una base bíblica?