Vida salvaje: Empieza a vivir de verdadMuestra

Empieza ganando realmente

Cuando era niño me gustaban mucho los deportes porque sabía que al final del partido habría un resultado evidente. Ganar o perder, había definición. 

Este impulso de ver resultados rápidos y tangibles llegó hasta mi edad adulta y me sirvió en los negocios. Creo que es algo arraigado en muchos hombres. Nos esforzamos para la próxima venta, promoción o crítica positiva. Deseamos saber quién ganó, quién perdió.

Pero ¿al tratarse de amigos, esposos, padres e hijos? En estos roles no es fácil llevar el puntaje, apoderarte de la victoria o aprender de la derrota. ¿Será que por esto es más fácil sobreinvertir en el trabajo donde el puntaje es controlado, donde podemos nivelarnos? Tal vez.

Ganar con las personas que amamos es un partido largo. Estas relaciones requieren intensa paciencia y seguimiento persistente. No puedes pedirles que sigan tres pasos o que tomen un taller. Ellos requerirán sacrificio y amor desinteresado. Pero buenas cosas suceden a aquellos que esperan.

Así que, sé implacable al apagar o silenciar tu teléfono cuando estás con los que amas. Si eres casado, llega con palabras tales como, "¿Qué puedo hacer para servirte en este momento? Si eres un papá, échate al piso y escucha a tus niños. Escúchalos con tus ojos. Si los resultados aún no son visibles hoy día, Dios hará más que lo que nunca podrás calcular.

Clay, el correcto ganador

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Ora: Dios, ayúdame a jugar el largo partido con los me rodean. Ayúdame a ganar donde sea importante. Muéstrame cómo amar a mis amigos y a mi familia de la manera en que necesitan ser amados.