Jonás - Amar al falto de amorMuestra

  

Deja de huir de Dios y obedece

Lectura: Jonás 1:7-12

DEVOCIONAL: 1 Juan 2:4-6 

“El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” - 1 Juan 2:4-6

Jonás tenía claro que era por su causa que Dios había provocado la tormenta y propuso una solución: “tienen que tirarme al mar”. Jonás finalmente se dio cuenta de que no había lugar al que salir corriendo. Dios le había dado una orden y él había decidido desobedecerla. Ahora había llegado el momento de dejar de correr y obedecer a Dios. 

Lo que Jonás estaba a punto de aprender es que la desobediencia trae consecuencias. Dios perdona nuestros pecados por completo pero tenemos que lidiar con las consecuencias de nuestra desobediencia. 

Debemos estar cerca de Dios y permanecer en Su Palabra cada día para saber lo que Él nos está pidiendo. Y, una vez que lo sabemos, debemos obedecer Sus órdenes. A veces estas órdenes son demasiado difíciles o incomprensibles. Pero la Escritura dice que “el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”  (1 Samuel 15:22).

Cuando no comprendemos la voluntad de Dios o cuando, simplemente, no nos gusta, tenemos el impulso de hacer nuestra propia voluntad. ¿Te ha dado cuenta de que los niños pequeños se esconden cuando están a punto de cometer una travesura? Nosotras hacemos exactamente lo mismo, e intentamos escondernos de la presencia del Señor cuando no aceptamos Su voluntad para nuestras vidas. 

Señor, ayúdame a obedecer Tu voluntad sin importar lo difícil que sea. Ayúdame a recordar que Tú siempre tienes un plan, que siempre tienes un propósito. Quiero honrarte y darte gloria siempre. Amén.