Jonás - Amar al falto de amorMuestra

  

Dios vino al mundo para salvarlo, no para condenarlo 

Lectura: Juan 3:17, Lucas 19:10

DEVOCIONAL: Juan 3:17 

“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” – Juan 3:17

No hay nada peor que estar perdido y no ser consciente de ello. Estuve perdida por 26 años de mi vida y no tenía la menor idea de ello. Tenía la vida perfecta a los ojos del mundo pero vivía con una maleta en la mano. Cuando me asentaba en un lugar durante el tiempo suficiente para mudarme, encontrar trabajo, amigos…el hueco en mi corazón era tan grande que necesitaba comenzar de nuevo en un lugar distinto. Una vez que Dios llenó ese vacío, todo comenzó a cobrar sentido. 

El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar al perdido. El Hijo del Hombre vino a buscarme y a salvarme a mí, a buscarte y a salvarte a ti. Y todavía está buscando a todos aquellos que están perdidos y enfermos, todos los que viven sin ser conscientes de su necesidad. 

¿A quién conoces que esté perdido? ¿A quién conoces que esté enfermo? A Jonás le mandaron ir a Nínive y predicar para dar a la gente la oportunidad de ser salvos. Se nos manda ir al mundo entero y predicar para dar a todo Nínive la oportunidad de salvarse. Nosotras somos enviadas a ir a todo el mundo y predicar el Evangelio de Jesucristo. Para la gran mayoría de cristianos, eso significa ir y hablar con el vecino, con el maestro de los niños, con la chica del gimnasio, la señora del supermercado. Ellos están perdidos y tú tienes el mapa. Están enfermos y tienes la cura. 

Querido Señor, gracias por venir a este mundo a salvarme. Hay mucha gente a mi alrededor que no te conoce y que ni siquiera se da cuenta de que está perdida sin Ti. Dame las palabras para hablar a estas personas sobre Ti. Que tu Santo Espíritu haga Su obra en su corazón y los lleve a Tus pies. Amén.