Jonás - Amar al falto de amorMuestra

  

Dios responde a nuestra gratitud

Lectura: Jonás 2:8-10

DEVOCIONAL: Salmo 50:23 

“El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.” – Salmo 50:23

La liberación llegó a la vida de Jonás una vez que comprendió de qué se trataba todo: obediencia. La obediencia es algo tan sencillo y, al mismo tiempo, tan complicado. No necesitamos comprender los planes de Dios. Ni siquiera nos tienen que gustar. Tan solo tenemos que obedecer sea lo que sea que Dios nos pida hacer. 

A veces, imagino nuestras vidas como una de esas partidas de ajedrez gigante. En estas partidas, las personas toman el lugar de las piezas en el suelo. Hay otra persona sentada en una silla elevada que “mueve” las piezas. Esa persona, al estar en una posición elevada, tiene la visión completa de todo el tablero, mientras que las piezas tan solo ven los cuadros que tienen alrededor. 

Los que hacen de piezas tienen una visión tan limitada, que las únicas decisiones que pueden tomar se basan en la pequeña parte del tablero que pueden ver. Sin embargo, esas decisiones pueden no ser las mejores en el largo plazo. Tienen que ser guiadas por el director del juego, aquel que tiene una visión amplia y obedecer sus instrucciones para dar jaque mate. 

¿Guías tus decisiones basándote solo en tu visión limitada de las situaciones que enfrentas? A veces actuamos como las piezas del ajedrez viviente e intentamos imaginar qué vendrá después en lugar de confiar en Aquel que puede verlo todo, ignorando que lo más fácil es obedecer a Dios y dejar que Él tome el liderazgo. 

Querido Dios, perdóname por pensar que sé más que tú. Ayúdame a confiar en Tu guía siempre y a vivir una vida de total obediencia a ti.