Hombres a prueba de tormentas IIIMuestra

Advertencia de huracán

Los huracanes infligen daño de innumerables maneras. El maremoto, la acción de las olas, fuertes vientos, lluvia torrencial, inundaciones en el interior, tormentas eléctricas, tornados, granizo y el tamaño de la tormenta causan estragos donde sea que vayan.

En el reino de las tentaciones sexuales, ¿qué tormenta es paralela a un huracán? ¡Pornografía!

La pornografía causa un caos incalculable donde quiera que aterrice. Tristemente, cada vez más en nuestra cultura, la gente actúa como aquellos que se niegan a tomar en serio las advertencias de huracanes y en su lugar, se quedan en la tormenta. Algunos se preguntarán: «¿Cuánta desnudez es necesaria para que algo sea pornográfico?»

Si nuestro objetivo es la pureza, no se requiere una definición precisa. La pregunta no es si el material con sexo y desnudez se considera de buen gusto, una obra de arte, o el porno duro. Las preguntas deberían comenzar con: «¿Hay sexo o desnudez?» En caso afirmativo, la siguiente pregunta es: «¿Lo que veo me lleva (o me empuja a la fuerza) en dirección a la impureza sexual?» Cualquier tormenta causa daño, independientemente si el mundo lo considera porno o arte. La pregunta que importa es: «¿Cómo impacta lo que veo y pienso?»

Para ver el daño infligido por la pornografía, fíjate en la diferencia entre lo que enseña el porno y la descripción de la pureza proporcionada en el plan devocional anterior:

• Experimento pureza: En la medida en que tomo decisiones piadosas al evitar toda actividad sexual inapropiada. Pornografía redefine el sexo, convirtiéndolo en nada más que un acto físico entre cualquier número y combinación de personas. Ignora que la sexualidad es parte de lo que es la persona y no "solo algo que hacen". Ignora el romance y la ternura. Ignora el diseño de Dios para el sexo entre un hombre y una mujer dentro de los límites del matrimonio.
• Experimento pureza: Disfrutando expresiones apropiadas de masculinidad. El sexo retratado en la pornografía ni la respuesta de los hombres que ven el porno encaja como una "expresión apropiada de masculinidad".
• Experimento pureza: Disfrutando de las relaciones apropiadas con el sexo opuesto. La pornografía es egoísta y anónima, no relacional.
• Experimento pureza: Glorificando a Dios. Por cierto, la pornografía niega que el diseño del Señor para el sexo provenga de un Dios bueno para nuestro bien.
• Experimento pureza: Al respetarme. La pornografía deshonra a la persona que observa al crear recuerdos sexuales dentro de él, además de las experiencias con su esposa.
• Experimento pureza: Honrando a las mujeres. La pornografía deshonra a las mujeres convirtiéndolas en un objeto y usándolas.

Pregúntate: «¿Busco pornografía en Internet? Si es así, ¿con qué frecuencia? (Sé honesto.) ¿Escondo el uso de mi dispositivo electrónico de otros? ¿Gasto dinero y tiempo accediendo al porno? ¿Compro revistas o DVD? ¿Visito tiendas o teatros "para adultos"? ¿Cuánto tiempo paso viendo pornografía?»