Buscando La Fe Que Sobrepasa Todo SentimientoMuestra

«En copas de oro»

Dios también está presente en nuestro lugar de oración. Aun cuando no tenemos deseos de orar o dudamos de que Él nos escucha, Su Palabra siempre nos imparte seguridad. Apocalipsis 5:8 dice que nuestras oraciones son tan preciosas para Dios que son presentadas ante el Cordero en copas de oro. 

La mano de Dios sobre Shela, mi hija, fue muy evidente durante su vida. Shela llegó a nuestras vidas con sólo cuatro meses de edad, y a los once comenzamos el proceso de adopción. Sin embargo, cuando cumplió su primer año de vida nos informaron que le quedaba un año más de vida. Nuestra bebé era una niña alegre, pero tenía una enfermedad muscular progresiva que le costaría su capacidad física y su vida. Sin embargo, Shela vivió hasta los 19 años, y no sólo sobrevivió a varios ataques de neumonía, una fusión vertebral y una cirugía cerebral, ¡también se graduó de la escuela preparatoria con honores!

En medio de este abismo de pérdidas y silencio de Dios, me aferré a la fe sabiendo que Él escuchaba mi oración porque lo había visto glorificarse anteriormente.

La oración no es una varita mágica que usamos cada vez que necesitamos la ayuda de Dios para cumplir nuestros deseos. La oración necesita ser el fruto de una verdadera relación con Dios; una relación desinteresada y persistente que no depende de los resultados. Dios está presente cuando nuestro corazón está más interesado en su rostro que en sus manos. La oración que ve resultados es la oración llena de fe e inspirada por su Espíritu; conforme a la voluntad y los propósitos de Dios.