Vive con Fuerza y CorajeMuestra

"Hace   de la salvación una realidad personal"

Si bien   fue Jesús quien pagó por nuestra salvación, es la presencia de Dios a través   del Espíritu Santo lo que hace que la salvación sea una realidad personal para   cualquiera que la reciba. Jesús dejó en claro que no solo recibimos la   salvación cuando nacemos. Hay un renacimiento espiritual que debe tener   lugar, uno que solo el Espíritu Santo puede autorizar.

―Yo te   aseguro que quien no nazca de agua (nacimiento natural) y del Espíritu   (renovación espiritual) no puede entrar en el reino de Dios —respondió   Jesús—. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es   espíritu". Juan 3: 5-6 (NVI)

En el momento   en que alguien recibe a Cristo en su vida, invoca la renovación espiritual en   su persona interior, lo que resulta en la eliminación total de la pena de   pecado de sus vidas.

Además,   el Espíritu Santo está obrando en la vida de los no creyentes para revelar el   increíble amor de Dios por ellos. Jesús dijo:

"Cuando   venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de   verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí." Juan 15:26 (NVI)

Hoy, el   Espíritu Santo continúa este maravilloso ministerio de dar a conocer el amor   de Dios al proclamar a Jesús, el amor personificado de Dios y todo lo que Él   representa tanto para los creyentes como para los no creyentes en nuestro   mundo.