El Corazón De Un Guerrero Devocional de 14 díasMuestra
¿Servimos por obligación o por LIBERTAD?
Los hombres están cansados de que se les diga:
“Si solo te dedicarías al esfuerzo, mejorarías. Pero no vas a mejorar de verdad porque eres lo que eres: un pecador”.
Esta contradicción , muy común en la iglesia, les comunica a los hombres que no son confiables y que necesitan esforzarse más. Hay líderes religiosos que les dicen a los nuevos en Cristo que solo son “pecadores y un desastre” y luego se enojan cuando tales hombres pecan y hacen desastres… ¿Cómo les ayuda eso?
Hasta que la curación y el entrenamiento de hombres sea la misión principal de la iglesia y no solo uno de los tantos ministerios que se ofrecen, los hombres no van a encontrar lo que necesitan entre sus bordes .
Los hombres reciben los programas de la iglesia y el servir a otros como quehaceres cotidianos. Están felices de hacerlos (y necesitan hacerlos), pero no les da vida. Cuando el pecado se aprovecha del corazón de un hombre con culpa y vergüenza, él servirá en la iglesia por obligación y no por libertad. El evangelio es mucho más que el mero perdón de los pecados. Suena maravilloso, pero si nos limitamos a eso, se nos escapará la inmensidad y la gloria inconmensurable de lo que Dios ha logrado a través de Cristo…
El evangelio se trata de restauración, de un futuro y de una esperanza.
Mucho de la identidad de un hombre y aquello con lo que se conforma se ha “aprendido”. Lo ha aprendido con el tiempo y a través de experiencias que lo han formado y de conclusiones a las que ha llegado. ¿Te supones que la totalidad de las conclusiones y las creencias que albergamos en nuestro corazón son ciertas? Algunas sí lo son … ¿Pero todas? De ninguna manera. Todos albergamos equivocaciones y mentiras acerca de nosotros mismos, de otras personas y de Dios. Hemos aprendido a aferrarnos a estas creencias y, por lo general, nos tienen bajo su control. Estas mentiras surgen de momentos dolorosos y se transforman en un estilo de vida que nos infecta y acaba afectándolos a otros.
Por lo tanto, es de importancia vital que atravesamos por nuestra curación y tratamiento para que lo glorioso y bueno reemplace al dolor, la culpa y la vergüenza. De la misma manera en la que un corazón herido daña otros corazones, un corazón completo puede ayudar a completar otros corazones. Se revierte el daño y se redime la herida. Lo que se planeó para mal, Dios lo transforma para bien. Lo que legamos a las nuevas generaciones surge del tesoro bueno sacado del corazón bueno y noble de un hombre. Esa es la INDENTIDAD VERDADERA de hombre en Cristo.
Necesitamos recibir de Dios lo bueno que no hemos recibido y entregarle a Él lo malo que sí hemos recibido.
Necesitamos apreciar la realidad de ser hijos amados para que podamos tomar nuestro lugar legítimo en la historia que Dios está contando y para que ocupemos el rol para el que Dios nos creó a cada uno. Portamos la imagen del hijo amado y, a la vez, somos y estamos transformándonos en hijos amados. Dios quiere que regresen los portadores de Su imagen para sanarlos, entrenarlos, equiparlos y luego enviarlos a la batalla. Muchos están esperando que los hijos de Dios luchen por la libertad.
En tu tiempo a solas con Dios, pregúntale lo siguiente:
Dios padre, ¿qué me impide vivir la realidad de ser un hijo amado?
Jesús, ¿qué heridas todavía están sin resolver?, esos momentos dolorosos en los que la culpa, la vergüenza y el temor quedaron clavados en mi corazón
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos los hombres quieren marcar la diferencia. Pero antes de embarcarnos en esa misión, debemos saber que somos los hijos amados de Dios. De lo contrario, lucharemos con valentía pero moriremos rápidamente en la batalla. Únete a nosotros en esta jornada de 14 días para despertar y completar tu comprensión de cómo Dios te ve... como un hijo amado.
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Nos gustaría agradecer a Zoweh por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.zoweh.org/spanish