MOTION X: Vivir en MOVIMIENTOMuestra

¿Has perdido alguna vez algo de valor? Perder algo importante puede ser frustrante, especialmente cuando te das cuenta que siempre estuvo a simple vista. 

En Juan 17, Jesús dijo Su oración final antes de morir en la cruz por el mundo que tanto amaba. Pudo haber orado por cualquier cosa, aun así eligió orar por nosotros. 

La oración no era para que memoricemos más porciones de las Escrituras u oremos por más tiempo, sino para que recibamos lo que más necesitamos. Oró para que tengamos amor. El mismo amor que Dios, el Padre, sentía por Su Hijo es el que Jesús siente por nosotros. Dios siente por nosotros el mismo amor que siente por Su Hijo perfecto.

Muchas veces, nos frustramos o enojamos porque tratamos de ganar un amor que Dios ya nos ha dado. Buscamos amor como si estuviese perdido, pero siempre estuvo ahí todo el tiempo. 

Hoy a medida que avanza el día, recuerda que tu Padre Celestial no se ha olvidado de ti ni te ha abandonado, sino que te ama con el mismo amor con que ama a Jesús.