MOTION X: Vivir en MOVIMIENTOMuestra

Todos deseamos ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Dios nos diseñó de esta forma porque siempre quiso que seamos parte de Su reino en crecimiento en la tierra.

La Palabra de Dios dice que planeó que marquemos la diferencia en el mundo antes que hubiésemos nacido. Si Él se tomó el tiempo de planear buenas obras para nosotros, podemos descansar seguros que nos ha dado todo lo que necesitamos para tener éxito.

A menudo, podemos sentir que no estamos listos o que no tenemos nada para ofrecer. Cuando este sentimiento aparece, es importante recordar lo que Dios dice. 

En el libro de Hechos, Pedro y Juan iban camino al templo y se encontraron con un hombre que no podía caminar. Cuando éste les pidió dinero, Pedro contestó: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy” (Hechos 6: 3a NVI). No se desalentó por no tener qué darle, sino que se enfocó en lo que sí tenía y al hacerlo pudo impactar en la vida del paralítico. 

Dios nos ha dado un don a cada uno. Quizás la habilidad de comunicarte o programar computadoras o escribir y ejecutar música o tantas cosas más. Cualquiera sea el nuestro, Él quiere que lo usemos para marcar la diferencia en nuestro mundo. Recuerda, lo que damos no depende de lo que tenemos, sino de lo que nos ha dado Dios.