La ley del reino: La ley del perdónMuestra
De la niñez al matrimonio
Después de la niñez, vamos creciendo, para llegar a la etapa de la adolescencia. Hay algo que tenemos que entender, nadie en este mundo nace «enojón», nadie nace con el carácter de un gruñón, eso no está en la genética. Es verdad, todas las personas son iracundas en algún momento de su vida por algo que les sucede, pero no por que nacieron siendo así.
Cuando llegamos a la adolescencia, seguimos llevando las heridas de la niñez, pero en esta etapa afectan más que antes, ¿por qué? ¡Porque en la adolescencia es cuando se manifiestan más abiertamente! Todo lo vivido se comienza a hacer más visible a los demás, aun cuando no sea tan evidente para el mismo afectado. Allí es cuando nos damos cuenta, que dicha persona tiene heridas emocionales.
Finalmente llegamos al estado de madurez, la etapa en la que ya crecimos, pero seguimos con las mismas heridas, que ahora ya se convirtieron en «moretones», siguen doliendo y producen internamente deformaciones del carácter. Nuestro carácter se convierte en amargado y lo que manifiesta son sus debilidades, debido a las cosas que pasaron en la infancia, continuaron en la adolescencia y se siguen arrastrando en la adultez, convirtiéndolo todo en un gran conflicto.
Después nos casamos y en esa etapa, es donde realmente se manifiesta todo lo que se ha llevado en la vida. Es ahí donde damos rienda suelta a dejar ver todo lo que alguien nos hizo en el pasado, y que no se ha podido perdonar. No solamente se van a manifestar las heridas de la infancia, sino que comenzamos a herir a otros, muchas mujeres salen heridas, porque un hombre les prometió el sol, la luna y las estrellas; y ese hombre que prometió esas tres cosas la abandona con tres hijos, el primero se llama Sol, la segunda Luna, y la tercera Estrella; «le cumple la promesa», pero se va de la casa, dejando a la mujer en una situación muy difícil.
Los acontecimientos que nos sucedieron, no son los que nos pueden destruir, sino cuando no perdonamos todo aquello que pasó. Lo que hicieron nuestros padres, el amigo de casa, o lo que alguien hizo con nosotros siendo niños, no es lo que nos destruye, no ejercer el perdón sobre la persona y eventos de esa etapa de nuestras vidas, es lo que produce consecuencias.
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo de traiciones, engaños, mentiras, estafas y decepciones, los resentimientos entre personas son el pan de cada día. La falta de perdón está consumiendo cada vez más a las personas, llevándolas a vivir enfermas y presas de las circunstancias. Éste devocional, nos enseña paso a paso, como dejar atrás la falta de perdón, y avanzar hacia las cosas buenas que Dios preparó para nosotros.
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Nos gustaría agradecer a Gerardo Cárdenas, pastor de la Iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston, y The Woodlands Center en The Woodlands, Texas; de acuerdo con El Centro Network para proporcionar este plan. Si desea saber más sobre estas organizaciones, visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com